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1.08.2024

La luminiscencia de los relojes con iluminación radiactiva de radio 226

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El radio 226 produce muy poca radiación que no sea alfa (la segura, para así entendernos), aunque, claro, no llega a la selectividad del tritio que prácticamente solo emite radiacion de ese tipo (recordemos que la radiación alfa es la que apenas atraviesa los sólidos, con lo cual "per se" es relativamente segura para los seres humanos a los niveles de uso llamémosle "normales").

Esto, evidentemente, pensando en el radio mezclado con su sustancia luminiscente dentro de su capsulita transparente, es decir mientras no se rompa nada. Claro que sí se rompe y se ingiere, al ser químicamente cercano a otros elementos y sabiendo lo de las nueces de Brasil (las cuales son ricas en potasio y radio) igual ya tendríamos que pensar otras cosillas.

5.05.2022

El reloj táctico. I: el mundo que conocíamos ya no existe



En Zona Casio y Zona Casio Radio iniciamos una serie sobre relojes tácticos de G-Shock: recomendaciones, consejos, qué modelos cumplen ese cometido, y cuáles son los ejemplares que podrán marcar la diferencia para, en casos extremos, ser útiles no solamente a ti, sino también poder cuidar de los tuyos.



Vamos camino de los tres años de pandemia mundial, las autoridades han dicho que "hasta aquí hemos llegado" y ahora que sálvese quién pueda; fuera mascarillas y cualquier protección, vacunas solo para ciertos individuos, antivirales sólo en ciertos casos graves, y el resto a fingir que no pasa nada que hay que salvar la economía y comprar armas para enviar a Europa del Este, que son muy caras y de algún sitio tienen que sacar el dinero. De nuestro trabajo, por supuesto. Como siempre.

La inflación está disparada, los precios suben un 8, un 10 y en algunos casos se han incrementado hasta un 11%. Los combustibles están por las nubes, los productos básicos, la energía, la luz, el gas... Ni los más ancianos del lugar recuerdan unos niveles tan elevados de despropósito.

Desde los territorios más cercanos se levantan aires de guerra, llegan oleadas de refugiados que han salido de sus casas donde antes de ayer vivían una vida normal, en un ambiente occidental. Cogían el coche por la mañana para irse a trabajar, compraban en el supermercado como tú y como yo. Salían al cine o al bar a tomar una cerveza y relajarse. Y al día siguiente tuvieron que irse corriendo y meterse en un tren hacia lo desconocido con lo puesto.

3.11.2022

Casio Nuclear, un apocalíptico "mod" sobre el AE-1200



Desafortunadamente mal llamado "NuclearRoyale" (el modelo de Casino Royale era un Omega Seamaster, nada más lejos de la realidad con lo que es un AE-1200, aunque hay paletos que aún se empeñan en insistir con ello y confunden un Seiko con un Omega), y aprovechando el tirón con todo lo que está ocurriendo con las centrales nucleares en Ucrania, la gente de Casio Mods (una empresa que, por inaudito que parezca, se dedica a realizar modificaciones de relojes de Casio, ¡en serio!) ha tomado como base el AE-1200 y se ha pegado un buen curro para convertirlo en un modelo de una apocalíptica era nuclear.

La verdad es que la modificación es un poco "basta", por decirlo de alguna manera, e incluso tiene elementos que están un poco puestos "a calzador", como que le hayan colocado en la zona de la información de funciones (parte superior) el número 008, que responde a que es su modelo modificado número ocho. Ya me diréis a mí qué tiene eso que ver con la imagen postapocalíptica nuclear del reloj, pero en fin...

3.04.2022

Si vis pacem, para bellum



Mientras suenan los tambores de guerra, y ya sus ecos empiezan incluso a escucharse en la lejanía pero cada vez más cerca acompañados de voces angustiosas, entre veladas advertencias para que nos preparemos ante desastres y miserias acuciantes, la terrible calma tensa -que sabemos que es incierta- nos encoje el corazón. Atosigados por anuncios de subidas galopantes de la energía, al menos a nosotros no nos cogerá desprevenidos. Nuestros Tough Solar no necesitan recargar sus baterías cada día como si fueran Apple Watches, y los arcaicos pero aún insuperables modelos de 10 años de autonomía nos permitirán disfrutar de sus funciones y exprimirlos a fondo cuanto queramos durante años. Esa es una gran ventaja que ni mecánicos ni smartwatches han podido aún superar.

Vuelven a ser insuperables los viejos Casio de tecnología hecha y pensada para un mundo que aún estaba dividido en bloques, que vivía la Guerra Fría y la amenaza nuclear sobre sus cabezas. Ese mundo ha vuelto, llevamos ya casi tres años en él. Hay gente que sigue soñando en sus recuerdos de lindos paisajes de colores sin querer -o sin atreverse a hacerlo, es todo tan tremendo...- abrir sus ojos a la realidad. Siguen con sus colgantes brillantes, con sus bonitas cajas cinceladas de platino, con sus sueños de adolescente idílicos e inútiles. Siguen en sus mundos paralelos hasta que la certeza les explote en la cara. Ni emparejamientos por Bluetooth ni refuerzos con Alpha Gel ni historias, todo va a saltar por los aires y lo único que quedará en pie va a ser una robusta caja maciza como un bloque de acero, que era, fue, y será, la esencia de los únicos relojes hechos para llevar al límite y servir de dotación para cualquier cataclismo: los G-Shock en su más puro y radical principio. La única herramienta tecnológica que seguirá funcionando. El resto, a la puñeta. Literalmente.

11.05.2021

La catástrofe inminente (y qué reloj deberías ponerte para lo que se avecina)



Parece una vez más que China la ha vuelto a liar pero, en esta ocasión, de manera diferente. Sus últimos informes alentando a la población para que trate de prepararse para un cataclismo "de proporciones inimaginables" inminente, que se une a la advertencia de Austria por el temor ante un apagón, ha desatado una psicosis colectiva.

Lo comentaba ayer con una amiga, precisamente: todo esto lo que acabará provocando es que, precisamente, el cataclismo acabe ocurriendo de verdad. Ya ves por ahí a personas haciendo acopio de velas, de latas, incluso de cantimploras... Los medios de comunicación aconsejando qué kits adquirir (por cierto: cuidado con los recipientes de aluminio) o cual es el mejor sitio donde refugiarse (en tu pueblo o en tu yate, claro, como si todos tuviéramos dos casas de veraneo...).

5.21.2021

Por qué es tan apreciado un Casiotron hoy



Conozco a un chico que está haciendo un cursillo, en el cual entra una parte de inglés con la que tiene muchos problemas, hasta el punto de valorar abandonar. Ayer me venía todo contento y feliz, porque le habían dicho cómo lidiar con el inglés sin tener que quemarse las pestañas aprendiendo ese idioma. Simplemente poniendo su smartphone ante el texto, en lo que dura eso, un pestañeo, Google te lo traduce mediante su técnica de OCR. Y lo hace realmente bien. Así que asunto arreglado.

Me decía muy feliz que la tecnología hoy era maravillosa, hasta el punto de permitirte hacer cosas como esas.

4.13.2020

Peligros, catástrofes..., y un G-Shock que no sirve de nada


Durante los inviernos más crudos e intempestivos no era poco habitual que en mi pueblo nos quedásemos aislados. Recuerdo muy bien, siendo niño, que durante una de aquellas abrumadoras nevadas mi padre se vio en la necesidad de salir, y para ello se armó de bastones y una gran cantidad de ropa de abrigo. Durante el trayecto se cayó, y aunque gracias al bastón pudo librar una desgracia mayor, se pasó varios días con notables molestias. En aquellas circunstancias ir al médico, por víveres o por cualquier producto que no tuvieras en casa en previsión de ese aislamiento, suponía todo un reto, una odisea, y un riesgo enorme.

Años más tarde recabamos en un barrio, a una distancia demasiado cercana de un complejo químico. Las ocasiones en las que sufrían un escape de sus productos me recuerdan mucho al confinamiento de ahora, más aún: era mucho peor. Te pedían cerrar puertas y ventanas, quedarte en el sitio de tu casa más aislado posible y, por supuesto, no salir a la calle. Nosotros guardábamos rollos de cinta para precintar ventanas y, para asegurarnos, bajábamos las persianas. Aquellas noches claustrofóbicas, con las persianas echadas desde media tarde y pendientes de las noticias que en la radio nos dieran las autoridades, no se las deseo a nadie.

4.11.2020

No puede salvarte un reloj


Decía en un post anterior que a uno lo que menos le apetece en estos momentos es hablar de relojes. No es que no le sigan gustando, claro que sí, y también los usa, pero es algo paradójico que, cuando creías que el reloj iba a ser ese instrumento imprescindible e insustituible, acabe siendo casi todo lo contrario. Cuando sales a la calle te recomiendan estar sin él, porque es un riesgo añadido y un trabajo extra a la hora de desinfectar. En estos últimos días estamos viendo que la estrella en las ruedas de prensa que los gobiernos ofrecen insistentemente es el Apple Watch: una gran mayoría de políticos llevan uno. Quién iba a pensar que en lugar de robustos G-Shock, de duraderos y avanzadísimos Pro Trek, el protagonismo en las muñecas se lo iba a llevar el "mini-teléfono" de Apple.

Las autoridades sanitarias nos aconsejan que, si salimos, lo hagamos sin reloj (y sin anillos, pulseras y joyas similares). En su lugar, nuestro elemento cotidiano serán ahora guantes y mascarilla. Quizá era que todos nuestros relojes no venían de una hecatombe nuclear, como nos hicieron creer con su publicidad, sino de un mundo "color de rosa" y "chuli-mega-guay" que ha dejado de existir. Cuando lo que importa no son las transparencias de tu reloj, sino simple y llanamente "salvarte el culo", que tenga brillos aquí o allá importa bien poco.

6.22.2017

La vida sencilla


Durante años mis preferencias giraban en torno a relojes digitales completos, cuanto más complejos y completos mejor. Modelos con gran cantidad de líneas de información y numerosa variedad de funciones y opciones, como el G-7710 del cual hasta llegué a escribir un libro teniéndole como protagonista.

Los displays "caóticos" siempre me gustaron, esos que parecían que estabas ante el panel de mandos de una nave interplanetaria o sentado frente a unos cuantos monitores en un centro de datos. La verdad es que displays como los del mencionado G-7710 y G-7700 que os comentaba llegan a asustar, para los no acostumbrados -sobre todo, para los que vienen del mundo de los analógicos-, ver tal cantidad de información (y, además, que puedes cambiar a tu antojo variando la pantalla de inicio) les dejan alucinados. No hablemos ya cuando comienzas a almacenar y activar uno tras otro de sus múltiples -y bonitos- contadores.

5.30.2016

Puede que cualquier tiempo pasado no fuera mejor, pero sí más duradero


Hace tiempo, cuando a un ejecutivo de Casio se le preguntó por qué continuaban fabricando los modelos de la serie F cuya tecnología ha quedado ampliamente superada y que datan de la época de los primeros ordenadores IBM PC, F-84 y los relojes como los W-59, el ejecutivo respondió: "porque se venden".

Cuando a la portavoz del Pentágono, Valerie Henderson, se le preguntó por qué el sistemas de defensa nuclear de los Estados Unidos funcionaba todavía con viejos ordenadores y programas informáticos basados en ensamblador, la funcionaria fue tajante: "porque funcionan y, además, son seguros". Son mucho más seguros que los sistemas informáticos más fiables y avanzados del mundo. Sistemas informáticos desarrollados en los años 50 son más seguros y fiables que todos los sistemas actuales y Windows "ochos y dieces" y, por supuestísimo, que cualquier smartphone.

9.05.2015

¿Y si nos volviéramos de repente todos "analógicos"?




El problema de vivir en la sociedad occidental es que si te quedas un poco o relativamente al margen del sistema, la brecha que se abre entre tu forma de vida y el resto será abismal. Si te conviertes en analógico de repente, y los demás están "en digital", automáticamente dejarás de tener la ventaja notoria de ser un usuario "avanzado" del "sistema". Suena a ciencia ficción, pero por desgracia es totalmente real y experimentarlo no es nada agradable.

Conozco a bastantes personas que han cogido la mochila al hombro y se han lanzado al mundo. Se han convertido en analógicos con un cuaderno, un bolígrafo y un libro. Nada de smartphones, ordenadores o dispositivos parecidos. Algunas de esas personas vivían cerca de mí, los veía cada día ir y venir de su trabajo, hasta que se hartaron y rompieron con todo, y ahora están en África subsahariana, Brasil o inhóspitas regiones de Asia. Y no estoy hablando de veinteañeros, de hecho bastantes de ellos rozan los cincuenta.

12.24.2014

Cuento de Navidad: "Once mil ciento veinte y cuatro, AC"


Son más de veinte años los que llevo aquí. Día tras día la misma rutina, las mismas tareas realizadas en el mismo orden y de la misma forma. Aquí no hay noche ni día, me levanto cuando suena la alarma del reloj: son las ocho y media de la mañana. Y me acuesto cuando suena la otra alarma: las diez y media de la noche. Me pongo en pie y hago la tabla de ejercicios que tengo pegada a la pared de plástico, ya amarillenta, pero no necesito ni mirarla. Sé todos sus ejercicios de memoria, y los hago de manera casi robótica. Brazos, espalda, piernas, cuello... una serie de abdominales y luego ducharme con unos pocos litros de agua, contados y muy bien administrados. Aquí el agua es muy valiosa. A continuación reviso los niveles de energía, hago los chequeos diarios de los sistemas informáticos, bastante sencillos, y procuro no encender demasiado la iluminación para no saturar la vida de las baterías. La justa para poder leer algún libro en el lector digital de la cápsula. En esos momentos aprovecho para acercar mi reloj de Casio a la lámpara, y que sus células solares alimenten a su acumulador. Es lo único que me he traído de la Tierra. Cuando partimos solo podíamos elegir equipaje personal por no más de 250 gramos y, por supuesto, nada que emitiera radiación. Descartados teléfonos móviles u ordenadores personales, cuadernos o libros (pesan demasiado), yo me incliné por solo tres cosas: una tarjeta de memoria con libros, fotos y recuerdos, un póster de la catedral de Chartres, y mi fiel reloj Casio WVA-400.

El póster de la catedral de Chartres me aporta la luz y la inspiración que en este pequeño cubículo sabía no encontraría. Fue un consejo de mi padre, y que le agradezco cada mañana, cuando abro los ojos y lo miro, cada vez más. Al principio no creía que fuera algo tan importante: el espectáculo de ver girar y pasar a la Tierra una y otra y otra vez me parecía demasiado sorprendente como para que nada me entretuviera ni captara mejor mi atención. Pero luego de cinco, ocho, diez años aquí mirando siempre el mismo planeta girando suspendido sobre el fondo negro uno puede acabar loco.

11.28.2014

Prueba: Casio TS-200


Durante finales de los años ochenta y principios de los noventa Casio comenzó a introducir modelos con sensores en una gran parte de sus relojes. Así la era digital vivió un rejuvenecimiento, una segunda juventud al ofrecer un añadido extra que sin apenas aumentar peso o complicaciones enriquecían de manera notable la experiencia de usuario al llevar un reloj. Durante años, bastantes años, los relojes con sensores eran la referencia, el culmen de la miniaturización, hasta que fueron reemplazados por los microcomputadores y la telefonía móvil.

Aún hoy la diferencia entre un reloj "de aquéllos" (o diseñado como aquéllos) y un smartphone o smartwatch es notable. Mientras los primeros las instrucciones eran puro código máquina, introducidas de fábrica en la circuitería y ancladas inseparablemente a sus chips y hardware, en los aparatos modernos los sensores se encuentran por debajo de capas y más capas de firmware.

7.26.2014

Los otros "robots" de Casio


De todos es bien conocida la afición que tienen los japoneses a la robótica (bien es cierto que desde un enfoque principalmente lúdico, porque luego necesitan un robot para tareas de emergencias como en la central nuclear de Fukushima, y tienen que pedirlo prestado a Estados Unidos...). Solo a una marca japonesa se le habría ocurrido tener como "mascota" de sus relojes a un robot (los archiconocidos G-Men de G-Shock, que no hace mucho regalaban como muñequito dentro del pack del 30 Aniversario, el G-Set). Cualquier otra marca habría elegido un perro, un gato, o habrían animado un objeto (un bolígrafo, una escoba, o una lámpara como Pixar...).

La relación de Casio con los robots va más allá de la creación de Shiro Nakano para el G-Men en 2007. Antes de eso el fabricante nipón había lanzado al mercado unos simpáticos modelos de relojes de escritorio convertidos en robots, con una especie de "mochila" en la cual ocultaban sus pilas.

5.06.2014

El reloj digital nuclear


No se si por desgracia o no, pero lo cierto es que la "locura atómica", allá por los años cincuenta y sesenta, pilló un poco pronto a los relojes digitales, puesto que su masificación y difusión aún no se habían producido. Por aquellos años había un cierto entusiasmo sobre todo lo atómico, se creía que sería la energía limpia del futuro, una energía casi sin costes y duradera. Esto trajo consigo que se hicieran todo tipo de lo que hoy consideraríamos "salvajadas" con ella (pero que en aquel tiempo suponían una muestra de avance). Los fabricantes de automóviles ideaban modelos para la gente del futuro, en donde pensaban que iríamos de un lado a otro montados sobre nuestro propio reactor nuclear. Este era el caso del Ford Nucleon o el SIMCA Fulgur.

Los gobiernos estadounidense y ruso invirtieron multimillonarias sumas de dinero en el desarrollo de aviones alimentados por combustible nuclear. Lo atractivo que suponía un avión de este tipo, el cual podría volar a gran altitud y permanecer en la alta atmósfera durante años, hizo que se ideasen todo tipo de soluciones a cual más escalofriante, rocambolesca y desquiciada que la anterior. El principal escollo de las fuerzas aéreas fue el peso, puesto que un reactor nuclear, para ser seguro, tenía que pesar mucho, algo incompatible con la necesaria ligereza que requiere una aeronave. Sin embargo la Armada sí pudo realizar con éxito el submarino nuclear que vemos hoy en día, gracias a que bajo el mar el peso no es tan importante.


11.26.2013

Diferencias entre China y los demás lugares de fabricación


Muchos propietarios de relojes Casio pagan mucho dinero por su reloj. No estamos hablando de un par de cientos de euros, sino de cifras que llegan (o superan) los quinientos euros. Este tipo de cliente quiere un producto acorde a lo que paga, y rehúyen de que en la parte trasera de su modelo "luzca" el "hecho en China", y para ellos es un signo de calidad un "Made in Japan" o, a lo sumo, "Made in Thailand".

Pero ¿tienen razón en sus pretensiones? ¿Realmente hay tanta diferencia entre un producto hecho en Japón a otro hecho en China?

11.06.2013

¿Por qué son tan caros los relojes?


Esta es una discusión que en muchas ocasiones surge entre la gente que conoce mi afición a los relojes: ¿por qué es tan caro un reloj si lo comparamos con otros artilugios tecnológicos? No entremos ya a valorar la exclusividad de los metales preciosos empleados en las gamas altas, o la construcción tan específica de los G-Shock, todo lo cual sube bastante el precio, sino modelos Outgear, Edifice o incluso Collection tienen unos precios que parecen no corresponderse con lo que es en sí el reloj y con los materiales con los que está construído.

Algunas personas me dicen que eso es porque Casio se lleva una enorme "tajada", se hace con un margen de beneficios tan inmenso que en otros sectores (por ejemplo en el de la telefonía) son impensables por la competencia que hay. Pero esa teoría no se mantiene en pie si la sacamos a la realidad, porque si fuera así, uno no se explicaría por qué tienen que fabricarlos en China y no en Japón, o por qué utiliza materiales como resinas y otros elementos plásticos para abaratar costes y no hace en metal todas sus cajas. Total, si el margen de beneficios es tan amplio seguro que podrían hacerlo sin problemas.

6.20.2013

El reloj del fin del mundo


También conocido como "el reloj del Apocalipsis", o "el reloj del Juicio Final", es un reloj que existe, es real, y cuenta el tiempo que resta hasta la aniquilación de la raza humana.

Como casi siempre estamos al borde de la destrucción (o "autodestrucción", sería más propio decir), este reloj siempre se encuentra a escasos minutos del trágico final. Empezó en el año 1947, a las 23:53 (se supone que las 00:00, o sea, la medianoche, es la hora decisiva, el inicio del fin), y sólo dos años después, en 1949, con el anuncio del Presidente Truman del primer ensayo nuclear por parte de la URSS, pasó a los 23:57. A sólo dos minutos del filo de las 24 horas.

2.14.2013

Las Initial Blue Series, de cerca (y de extra, el significado de las tapas traseras de los nuevos Bluetooth)


Nuestro querido amigo Clemiko ha publicado unas fantásticas imágenes de toda la hornada de los Initial Blue "recién salidos de fábrica", con su caja especial, sus colores especiales, sus acabados dorados especiales y, encima, sus traseras especiales. Traseras que todos comparten con el logo del 30th menos dos: el GB-5600AA-A1JR, y el GB-6900AA-A1JR, y la razón es que ambos son Bluetooth, y por detrás llevan grabados todos los datos del transceptor (emisor y receptor) así como la ID del dispositivo, para que no se pierda y siempre puedas consultarla (al contrario que muchos otros dispositivos, que la llevan en adhesivos o serigrafiada, y con el paso del tiempo se borra -o se pierde- generándonos más de un quebradero de cabeza si la usamos para tareas de configuración). Toda esa información hace que sea prácticamente imposible de añadir el logotipo del treinta aniversario, aunque eso sí, su color también es dorado.

Hay que destacar, precisamente, la tapa posterior del GB-5600, que a su precioso diseño (es una de las tapas de cuatro tornillos más bonitas de los G, hay que confesarlo) se une todo ese maremágnum de información, dando como resultado un magnífico conjunto (en lugar de un reloj parece que llevaras en la muñeca un dispositivo nuclear...). Y, como añadidura, el complemento del símbolo de emisiones de radio frecuencia, además del sello de la Comunidad Europea acreditando que cumple con la normativa 0682 (la puedes encontrar aquí) referente a emisiones electromagnéticas, y el número de aprobación del Ministerio de Comunicaciones japonés. Este número de aprobación -bueno, realmente son dos, el cuadrado con la "R" hace referencia a "radio", y T es la confirmación técnica, opcional- va unido al logotipo que acabamos de mencionar, y que es obligatorio para que los aparatos de esta categoría puedan ser utilizados en Japón. Si quieres saber más sobre este símbolo, tienes muchísima información aquí (en inglés).

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