Parece una vez más que China la ha vuelto a liar pero, en esta ocasión, de manera diferente. Sus últimos informes alentando a la población para que trate de prepararse para un cataclismo "de proporciones inimaginables" inminente, que se une a la advertencia de Austria por el temor ante un apagón, ha desatado una psicosis colectiva.
Lo comentaba ayer con una amiga, precisamente: todo esto lo que acabará provocando es que, precisamente, el cataclismo acabe ocurriendo de verdad. Ya ves por ahí a personas haciendo acopio de velas, de latas, incluso de cantimploras... Los medios de comunicación aconsejando qué kits adquirir (por cierto: cuidado con los recipientes de aluminio) o cual es el mejor sitio donde refugiarse (en tu pueblo o en tu yate, claro, como si todos tuviéramos dos casas de veraneo...).
Tras la COVID-19 (la pandemia aún no ha terminado, por cierto, aunque hable en pasado; me refiero más bien tras el confinamiento y el cierre de espacios aéreos, países y regiones), la cadena de distribución se ha visto gravemente afectada. Tal es así que, al no poder vender determinados productos a las factorías y/o consumidores, ciertos fabricantes -como los de chips- desviaron la producción hacia otros campos. Sea como fuera, la dependencia global a camiones, transporte, materias que nos vienen del otro lado del planeta es tan elevada, que como vimos en la crisis del canal de Panamá (donde se atascó un carguero), una brisa que sople en China llega a Occidente con la fuerza de un vendaval.
Y eso no es todo, a ello hay que unir el cambio climático (en solo diez años la humanidad ya no podrá volver atrás y el calentamiento de casi dos grados será inevitable), la superpoblación, las hambrunas, las sequías, la desertización... Vamos, que el que uno se quede un rato sin luz va a ser "peccata minuta" frente a todo ello. Muchos búnqueres va a tener la gente que levantar, y muchas toneladas de botes de comida comprar, para sobrevivir a la que se les avecina.
Y sí, no es nada nuevo. Los que tenemos muchos años recordamos los tiempos de psicosis del peligro nuclear (los refugios nucleares se levantaban como casetas de perro por doquier), de la amenaza constante del terrorismo - que podía pegarte un tiro de gracia en plena calle y ahí te quedas -, e incluso de la alarma suscitada porque en el año 2000 se iba a acabar el mundo, que obligó hasta a Casio a advertir en varias de sus páginas web sobre ese efecto, lanzando una campaña respecto a que sus modelos eran inmunes (lo de que sus calendarios se acabarían sin embargo pocos años después ya lo dejamos si eso para otro día, pensarían).
Al final, resulta que "el efecto 2000" en Casio llegó en 2005, o llegará en 2039, cuando muchos de sus Databank y determinados modelos -los cuales algunos se siguen vendiendo, caso del DB-36 y G-2900, y otros se vendían hasta hace pocos días, caso del W-755- se queden sin poder calcular automáticamente su calendario más allá de esa fecha.
Así que, "cataclismos", como ves, hay muchos y muy diversos. Que se lo digan a los palmeros estos días, ¿verdad? O a quien tiene que hacer semanalmente diálisis, o arrastra las consecuencias de un cáncer. Vamos, que eso del cataclismo es algo que no se pueden permitir porque ya lo llevan sufriendo diariamente. El resto sí, es una bonita manera de iniciar los telediarios y de mantenernos con este miedo a todo y ponernos de uñas cuando tenemos que pelear en el supermercado con el otro (o la otra) pirada de turno por la última vela de la estantería. Vamos a ver, tontaina: ¿cuánto crees que te va a resultar de utilidad una vela? ¿Dos o cuatro horas, como mucho? ¿Y luego qué harás?
Es que hay que ser, de verdad, cenutrios. Como aquellos pirados que, en las primeras semanas de los confinamientos, se atiborraban a papel higiénico a saber por qué. Con ello solo consiguieron que la cadena de suministro se quedara sin poder servir género para nadie, y al final ya ves de qué les sirvió. Hoy debe haber casas con rollos de papel higiénico apilados hasta el techo.
Supongo que muchos esperarían que este post fuese otro más de esos que se unen a esta "idiotez colectiva" y comenzase a aconsejar relojes a diestro y siniestro, diciendo: "ve, corre y compra este G-Shock antes de que se acabe", o "este modelo es mejor que el otro". Pues mira, siento decepcionar a los mas catastrofistas porque no, no vamos a ir por ahí. Si ocurre algo tan tremendo ningún reloj te salvará. Si hay un apagón y los sistemas informáticos se queman, poco podrá hacer por ti un reloj por muchos miles de euros que te haya costado o por muchos sensores o funciones que posea, dada nuestra actual dependencia absoluta y bestial a todo lo que lleve microprocesador. No vamos a caer en el tópico de "compra un Tough-Solar, que no necesita pilas", aunque cualquiera podría pensar que Casio, cuando contrató el desarrollo de la tecnología solar y de la circuitería de alto rendimiento, pensaba en situaciones tan extremas como alguna de esas que nos vaticinan los agoreros, precisamente.
El mundo no se acabará. Se acabará "tu" mundo, claro, pero la naturaleza encontrará un camino por el que resurgir como lo hizo en muchas otras extinciones hace miles de años, y seguirá adelante como si este miserable homo sapiens (que de sapiens no tiene demasiado, la verdad) nunca hubiera pisado la faz de esta tierra. Así que da igual el reloj que te pongas. Mira: ponte el que más te guste. Si al final vas a morir de enfermedad, oscuridad, inanición o de una pesadilla zombi, por lo menos que sea con cierta dignidad y disfrutando en tu muñeca de tu reloj favorito. Así de simple.
Y por favor, no perdamos la cordura.
| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com
Una muy acertada reflexión desde mi punto de vista, que la cosa esta mal se ve cada día ,pero por otra parte tampoco podemos ponernos histéricos pues no conduce a ningún lado.
ResponderEliminarPues sí, porque al final esto no ayuda a nada y me da que es una forma más para alentar el consumismo feroz y sin sentido.
Eliminaryo von mi gx y gxw 56 al fin del mundo ,tengo 20 años para encontrar otro acumulador ,tiempo al tiempo
ResponderEliminarY si hay que volver a la edad Media y al trueque que le vamos a hacer
El problema es que en 20 años te verás sin correas y sin biseles, y a ver dónde vas a ir a comprarlos si ni siquiera ahora se encuentran. Bueno, siempre podrás llevarlo de llavero, jeje
Eliminarle pongo una argolla y tengo un reloj de bolsillo muy mono
EliminarBromas a parte ,el desabastecimiento ,sera puntual ,no creo que todos los mandatarios no puedan permitir
no puedan permitirlo (perdon )
EliminarMe ha gustado el artículo. La humanidad va de mal en peor, pero estas paranoias, tal y como exponéis, sólo contribuyen a que vaya todavía peor. Si en vez de centrarnos en hacer acopio de cosas que luego tendremos que tirar, fuéramos más cuidadosos con ellas nos iría mucho mejor.
ResponderEliminarCiertamente. Y si en lugar de las compañías obligarnos a tirarlas, las permitieran reparar, todo iría mejor. Pero claro, no interesa, interesa más crear el caos y que los precios suban artificialmente para que los consejos de administración de las grandes multinacionales aumenten aún más sus más que considerables fortunas.
Eliminarel cataclismo me queda claro que ya con el COVID.19 la naturaleza de nuestro mundo nos esta dado una gran lección , que nadie imaginaba que nuestra vida cambiaria radicalmente de un día para otro ( CONFINAMIENTO , CONVIVENCIA SOCIAL , ETC.) y que hasta el día de hoy no hay respuesta a la pregunta que nos hacemos a nivel mundial ( HASTA CUANDO ? ) nadie tiene la respuesta , SALUDOS
ResponderEliminarHola amigos, muy interesante el artículo.
ResponderEliminarBien es verdad que las compañías, (incluida Casio) necesitan seguir viviendo, (y vendiendo), y de los recambios como que no, y esas compañías tienen como operarios personas, por tanto el mantener los puestos de trabajo es fundamental, por lo que nos abocamos a un consumismo. Es por ello el tema de la obsolescencia programada. Estamos en una rueda de hamnster ... ja,ja ...
Y sí claro estimado Bia, seguiremos llevando el reloj que se nos antoje ... total ... ja,ja ... pero si es robusto y resistente, mejor que mejor, ja,ja.
Un saludo a todos amigos, cuidaros mucho.
El cataclismo es economico y de eso es mejor no hablar. Despues del Covid, del volcan hay que buscar con que amenazar y tapar la realidad. Minutos y minutos de telediarios huecos.
ResponderEliminarLa verdad no interesa.