Hace algún tiempo le regalé a un amigo un reloj. Él es un ecologista convencido, por lo que no utiliza ni quiere ver para nada relojes de pila. Al principio usaba relojes solares de Swatch, pero tras una desastrosa experiencia se pasó a los mecánicos. El reloj a cuerda, además de ser un suplicio (se mostró incapaz de llevarlo, y un automático que probó durante un tiempo siempre acababa sin cuerda en el momento más inoportuno) le suponía una enorme molestia por su peso. Le hablé de la tecnología Tough Solar de Casio, y aunque al principio fue reticente a probarla, tras ponerse un Tough Solar radiocontrolado no se lo quitó de su muñeca. De hecho es el modelo que normalmente lleva. Así que cuando le regalé otro Tough Solar me preguntó, extrañado: "¿y para qué quiero otro reloj, si ya tengo uno?". Mi modelo era con correa de resina, y le respondí: "para hacer deporte o pasar el rato te pones el de resina, y para ocasiones especiales y asuntos
serios, el de armis, que es más elegante". Me miró extrañado pero no dijo nada. A día de hoy en el trabajo, siempre que va de traje o tiene que salir por negocios, lleva su modelo de armis. Pero cuando sale a practicar trekking o de paseo, se lleva el modelo ligero de resina. No es el único. Hay muchas personas que tienen un reloj especial (suele ser un modelo metálico más o menos exclusivo) que sólo se ponen en ocasiones especiales.
En lo personal a mí me gusta llevar el mismo reloj siempre, independientemente de las ocasiones, de con quién vaya o a dónde vaya. Excepto para hacer ejercicio, donde un reloj con armis es realmente una molestia. Pero sí que cambio de modelos, aunque no según las ocasiones, sino las estaciones. En primavera y verano me gusta llevar un modelo ligero, de correa de nylon o resina, mientras que en otoño e invierno necesito uno más pesado, con armis. Son ya dos modelos, pero además cuando estoy en casa prácticamente el resto del día uso mi habitual W-720, que es un modelo ligero, pequeño, y que apenas notas que llevas.