Que se ponga a tirar la primera piedra quien no lo haya hecho alguna vez. Sí, yo también he comprado alguna cosa en eBay, principalmente al mercado británico por productos que aquí (o al menos en mi región) no se encuentran, como pesos de calibración. Pero en una ocasión decidí irme a por un reloj que, aunque de segunda mano, estaba perfecto y su propietario lo ofrecía a menos de la mitad del precio que tiene en tiendas (el vendedor era español, por cierto). Ya creía que era mío cuando -como suele ocurrir- en el último momento antes de concluir la venta aparece de la nada un nuevo pujador, que seguramente estaba esperando a la última hora, y ofrece un precio mayor que el mío. Estuve tentado de dejar las cosas ahí, pero como el precio seguía siendo, no obstante, interesante, decidí hacer una nueva puja, superando la de mi contrincante. Al momento él superó la mía.
Estuvimos un buen rato así, hasta que decidí parar, pensando: ¿estamos locos o qué? La razón de que yo dejara de pujar y permitiera que el otro se llevara el reloj es que el tipo había superado el precio que tenía ese mismo reloj en tiendas. De hecho, busqué en el mismo eBay aquel día ese modelo y lo encontré a un precio inferior, nuevo, con embalaje y todo. O sea: mi contrincante había pagado por un reloj usado, sin caja ni manual, ¡más de lo que le hubiera costado ese mismo reloj en la tienda a estrenar!