Cuando a finales de los noventa Nokia empezó a lanzar aquéllos modelos de teléfonos móviles sin antena (mejor dicho, con antena incorporada dentro del propio cuerpo del teléfono y sin que se notara en el exterior del aparato) me pasé un tiempo renegando de ellos, buscando móviles que no tuvieran ese diseño. Me encantaban los teléfonos con la antena visible, me parecían no solo más bonitos, sino que además daban a entender claramente lo que eran: un teléfono móvil. Los otros parecía que llevaras una pequeña caja.
Luego me empecé a dar cuenta de que era notablemente más cómodo llevar un móvil sin la antena en el exterior, y no me supuso ningún problema adaptarme a ellos. A día de hoy ya no existen teléfonos así con la antena en el exterior (a excepción de los satelitales). Pero sí que me agradaban bastante.
Con los relojes está pasando otro tanto de lo mismo. Quién no recuerda aquéllos Antman, o los primeros radiocontrolados, o los primeros Pro Trek con Triple Sensor, en donde la antena de radio-recepción, o los propios sensores, eran claramente visibles en el exterior. Había una zona específica (normalmente en un lateral del reloj) en donde aparecían y se destacaban las palabras "sensor", o "Antenna", o "Vibrator". O una referencia al tipo de tecnología utilizada.
Hoy los relojes prácticamente carecen de eso. Incluso los últimos, los PRW-3000, nadie diría que poseen sensor, ya que éste se encuentra tan encajado, incrustado en la propia circuitería dentro de la caja del reloj que pasa totalmente desapercibido. Incluso hay otros relojes de series más humildes, como el SGW-100 de Outgear, que tienen solamente un pequeño abultamiento en la zona del sensor, pero no es nada parecido a como lo tenían antes, aquélla parte "ostentosa", pero siempre llamativa, que dejaba claramente en evidencia que aquél reloj era diferente, tenía algo "especial" y espectacular. Ahora les pasa un poco como los teléfonos móviles: Casio trata de esconder, o mimetizar con el resto del reloj la parte del sensor. No voy a ir en contra de ello negando lo evidente: y es que un reloj sin un sensor tan destacado molesta mucho menos, se tropieza mucho menos con la ropa y es mucho más llevadero, al menos en líneas generales. Pero eso no quita para que también haya restado mucha espectacularidad a los relojes que lo poseen.
La verdad es que a mí, como amante de los robots y de las máquinas, me encantaba mucho más el diseño exterior de los modelos con sensores de antaño, aquellos relojes de los noventa en donde el sensor era casi el protagonista del reloj, en torno a él se hacía todo lo demás y no era una parte incrustada, casi como una pieza accesoria al mismo que se incluía dentro de la caja. Era casi el reloj pensado para el sensor, y no el sensor pensado para el reloj.
La moda de los relojes outdoor o profesionales, como también se les suele llamar, sobre todo protagonizada por marcas como Suunto y su enorme éxito ha llevado a que cada vez los relojes con tecnología de este tipo sean más preferidos, y el que tiendan a pasar desapercibidos les hace ganar no pocos seguidores.
Es verdad que también esta manía por el minimalismo obliga a perder funciones. Por ejemplo, los relojes Suunto y los PRW-3000 -que claramente siguen ese diseño- carecen de bisel giratorio, por lo que el usuario no puede fijar un rumbo como lo podría hacer tan cómodamente en uno bisel normal no digitalizado. Cierto que los últimos, los PRW-3500, corrigen ese defecto y ya ofrecen un bisel movible, pero en cuanto a sensor siguen la misma dinámica que estos últimos años: relojes pensados y hechos para las más duras condiciones climatológicas, pero sin dotarles de espectacularidad, sin ofrecer ese plus o ese extra de impacto visual.
Por supuesto que están bien construidos y con buenos materiales, pero la falta de ese diseño tan rebuscado y tan complejo bajo mi punta de vista les resta bastante encanto.
¿Qué podemos esperar en el futuro? Pues la miniaturización es lo que tiene: los sensores cada vez van a estar más integrados dentro de lo que es el propio reloj (ahí tenemos los modelos con GPS, por ejemplo, o con Bluetooth) y eso va a hacer que apenas a simple se puedan distinguir un reloj con sensores de otro que no los posea. A quienes nos guste un diseño un tanto steampunk y nos encante llevar relojes con estética "robotizada" y formas tan diferentes, en los que claramente se vea que es un modelo peculiar, mucho me temo que vamos a tener que estar rebuscando entre el pasado de Casio nuestros modelos preferidos, porque, al menos a corto plazo y en los relojes actuales que se están viendo, modelos con ese tipo de estética ya no los vamos a encontrar.
| Redacción: Nelbu para Zona Casio
Pués, sinceramente, no. Como he comentado algunas veces, para mí el reloj no sólo es algo funcional, sino a la vez un elemento de vestir, un complemento más, de elegancia y buen gusto. Y desde luego esos relojes, serán muy útiles, pero son la antítesis de la elegancia, quizás por eso poco a poco han ido "incrustando" esos sensores dentro del reloj. Porque hay que poder abrocharse los puños de la camisa por encima del reloj. Leed el comentario de Guti en este artículo.
ResponderEliminarA mi modo de ver, los relojes muy tecnológicos son para profesionales que vayan a usar sus funciones: montañistas, submarinistas, esquiadores, etc. Pero para el día a día, basta con un par de sensores como mucho, una brújula y si acaso esos barómetros casi de juguete que llevan los relojes no profesionales. Y sobre todo, eso sí, la hora, cronos, timer, alarmas, etc., funciones que no necesitan sensores y que, por tanto, no dañan la estética del reloj.
¿Y si necesitas escaparte de una guerra termonuclear que te sorprende en la calle mientras mides la radiación, Francisco? ¡Hay que pensar en todo!
ResponderEliminarRespondiendo a la pregunta: Absolutamente sí. Extraño esos relojes principalmente porque en mi mente "La forma sigue a la función" debería ser el credo y mantra del diseñador. Si necesito ser elegante me pongo otra cosa (Un longines le grande clasique o que se yo), y esos relojes casio de los 80s y 90s invocan grandes aventuras. Ahora que si hablamos de extrañar, también extraño los celulares que se doblaban y los que tenían teclado y los que competían por ser el más chiquito... Como me dijo alguien, la moda pasó de tener "ladrillos" a tener "azulejos"
ResponderEliminarBueno Nelbu, me imagino que una guerra no llega de pronto. Lo mismo que el montañista cuando va a ir a la montaña se quita su Edifice (o su Longines como dice Elmer) y se pone su pedazo de máquina con superaltímetro, barómetro, etc., si hubiera un ambiente preguerra, pués a tomar por c... el Edifice y a ponerse el "Casio X-rad"...
ResponderEliminarComo tú mismo dirías, el fondo de la cuestión no cambia... es una horterada llevar un maquinón de esos fuera del puño de la camisa, y del que sólo vamos a aprovechar la hora... :D
¡pero vamos!... que si a alguien le gusta, pués adelante. No sería el primero ni será el último. Cada uno con sus gustos y yo respetando a todos. Yo he expuesto mi forma de pensar, que ni es la acertada, ni es la mejor, es sólo una más. Luego cada uno tendrá la suya, que tampoco será la acertada ni será la mejor, sino otra más. ;)
ResponderEliminarCreo que si sólo hablamos de gustos, yo prefiero un reloj, en el que se vea su función y tecnología.
ResponderEliminarMe gustaban las células solares que se veían como en el HDD-S100, más que las de los Tough Solar, o Eco-Drive, que sólo se notan en ciertos ángulos de luz. Es decir, no me avergüenzo de llevar tecnología, al revés.
A veces vale con una leyenda que se lo recuerde al usuario, desde que diga "G-Shock", "Automatic", o "Carbon fiber".
Ahora bien, en cuanto a sensores, no se trata sólo de ocultarlo, sino de hacer que resulten menos molestos para el usuario. Muchos se quejan que el Rangeman por ejemplo, es incomodísimo en invierno. ¿Entonces qué hacemos? Usamos sus funciones sólo en verano?
Yo pienso que el diseño para este tipo de relojes siempre sera tipo Outdoor, ya que tendrán que ser robustos para su uso, lo que hace que no pierda tanto ese estilo. Lo que pasa es que en los relojes con sensores antiguos, la tecnología de la época pues daba sensores de tamaño grande, lo que hacía el diseño pues mas llamativo. Como en los móviles, las antenas sobresalian porque la tecnología del momento no daba para más. La tecnología ha avanzado tanto que hoy día cualquier smartphone es mas potente que los ordenadores de los 90. Y el diseño pues se adapta, ya que sería raro ver un reloj con el sensor Gps que sobresale a lo bestia y dentro no hay nada, ya que está en el núcleo integrado.
ResponderEliminarMuchísimo. Quien no querría tener un reloj cámara, un reloj gps o un reloj audio recorder que cuando lo activase me dijera un sonoro "besame el culo, besame el culo, besame el culo"?. Esos relojes frikis eran la repera y daban un cantazo que no veas y lo mejor que están muy baratos porque de estar tanto tiempo en las estanterías algunos relojeros los dan casi regalados.
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