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2.17.2020

Adela vuelve a la tienda


Tras el éxito de la primera temporada de la serie de relatos "Un lugar en el tiempo", hemos decidido preparar una segunda recopilación que esperamos poder lanzar en las próximas semanas. En estos nuevos relatos veremos a nuestra simpática relojera saliendo de su tienda viajando hacia su querida Baume et Mercier en Suiza, y también relacionándose con los dispares y peculiares personajes que, como vísteis en el primer recopilatorio, se acercan a su relojería: coleccionistas de relojes, clientes variopintos que a veces dan lugar a curiosas y en ocasiones esperpénticas anécdotas...

También contaremos con extras que seguramente a muchos de vosotros os agradará encontrar, entre ellos, apariciones esporádicas de Paul Davis, y de personajes de la saga de A Contrarreloj.

6.21.2019

El fraile del reloj




Mes de julio, el verano estaba en su máximo apogeo. El calor del estío había hecho olvidar las lluvias de primavera. Las nieves de los más fríos meses invernales quedaban muy atrás, como si fueran recuerdos de otra vida. El calor hacía que molestase hasta la mínima prenda sobre la piel, pero volvía a contemplar el paisaje brillante, a las verdes praderas luminosas, y el hatillo pesaba menos cuando se camina alegre. Fray Bernard o, como también se le conocía, "el monje de los relojes", se dirigía por una vereda escarpada hacia el monasterio benedictino de Vega de Sanabria. Podía escuchar, abajo en la aldea, el sonido de los herrajes de los caballos, de las carretas y carruajes cargando heno y los productos de las huertas que, junto al río, los campesinos habían logrado cosechar.

Cuando llamó al pesado y enorme portón, el monje jardinero le recibió. Aún recordaba una de sus últimas conversaciones con él, fray Mario: "el jardín son los muros" - Le decía -. "La belleza está en ellos, puesto que ellos son los que nos protegen y nos mantienen a salvo del mundo. Todo el jardín va destinado a resaltar su belleza, y se trabaja en el jardín para que se admiren los muros". Y los muros del monasterio de Sanabria no eran, precisamente, algo circunstancial. En sus planos y construcción los monjes se empleaban con tesón y con especial dedicación, y por eso eran muy gruesos, enormemente gruesos, de más de medio metro de piedra mezclada a conciencia con argamasa. Unos muros inexpugnables para mantener la fe y preservar la tranquilidad a salvo de la contaminación y los vaivenes -siempre interesados- de codicia y vanidad de los mortales. Un recinto donde preservar la paz para poder centrarse en Dios que era, al fin y al cabo, lo verdaderamente importante.

6.17.2019

El caso de Paul Davis


Un relato de A. Bial Le Métayer, que forma parte de la saga "Un lugar en el tiempo" y "A Contrarreloj".


- ¡Extra! ¡Extra! ¡Ha llegado "El Extra"! ¡Las últimas noticias de ayer para hoy! ¡Extra! ¡"El Extra"! ¡No se quede sin su ejemplar!

En cuanto oyó los gritos anunciando el periódico, Adela dejó sus bártulos sobre la mesa de trabajo y correteó hacia la zona de atención al público de la tienda. Se fue hacia la puerta y la abrió, volviéndose de nuevo hacia el mostrador, y colocándose tras él. Abrió la caja registradora y sacó de uno de los cajetines un euro, justo en el momento en que Iván González entraba a grito pelado en el local:

- ¡Extra! ¡Extra! ¡No se quede sin su ejemplar!

Adela extendió la moneda y, sin bajar la voz, el muchacho dejaba uno de los periódicos sobre el mostrador, cogiendo acto seguido el euro. Sin despedirse, sin dejar de gritar, dio media vuelta y regresó a la calle. Adela esbozó una sonrisa.

Iván era un chico vivaracho y, a la vista estaba, con ingenio. Por desgracia no había tenido buena suerte, había nacido en una familia totalmente desestructurada, apenas pudo estudiar y a los quince años ya había abandonado el colegio. Desde hacía unos meses se había dedicado a una tarea curiosa: por la tarde sacaba noticias de páginas de Internet, las pegaba en una plantilla, y las pasaba a pdf. Luego metía el archivo en un pendrive, imprimía en una copistería varios ejemplares, regresaba a casa y los grapaba. A la mañana siguiente los iba vendiendo por la calle, a un euro "o la voluntad", decía. Siempre y cuando esa "voluntad", claro, fuese más que un euro.

Al periódico (por decirlo de alguna manera, ya que no eran más que un incierto número de páginas fotocopiadas a doble cara, y grapadas en la esquina superior) le llamaba "El Extra" porque, según Iván, se publicaban las noticias "extraordinarias" que encontraba (o todo lo extraordinarias que él valorase como tal, claro), y era como un "extra" a lo que la gente podía leer en Internet. Incluso a veces ponía secciones, centrándose - por su obvio éxito - en las noticias, acontecimientos, y sucesos locales.

En el membrete del periódico ponía en grandes letras de corte románico: "El Extra" y, bajo ellas, añadía la leyenda: "las noticias de ayer para hoy". Iván parecía no darse cuenta de lo poco acertada de esa leyenda, era como enfocar la atención hacia el hecho de que eran noticias un tanto "caducadas", algo que iba en contra de las más mínimas normas publicistas o de marketing. Pero lo que a Iván no se le podía negar era, eso sí, iniciativa. El muchacho trataba de salir adelante como podía y con imaginación, y la idea de un periódico era mucho mejor que ir vendiendo crack, esnifar pegamento, o lo que fuera que hicieran los jóvenes marginados de hoy.

En suma, a ella le caía simpático el muchacho, y le pagaba con gusto el euro que, junto al encabezado del periódico, se anunciaba como precio de venta: "Sólo por 1 €". La relojera suponía que cada ejemplar no debía costarle a Iván más de sesenta céntimos (dependiendo del número de hojas, que ya decimos que era muy dispar), así que el chico podía sacar un poco de dinero "honradamente".

Poco a poco el joven había conseguido una clientela más o menos habitual, excepto el propietario del quiosco del barrio, que no lo veía con buenos ojos y le acusaba de violar copyrights y unas cuantas cosas más; la mercería, la panadería, y algunas vecinas eran clientes habituales. También muchos de los ancianos que se sentaban en el parque gastaban ese euro con gusto, sobre todo los días en los que hacía buen tiempo. Porque Iván, que como decimos era muy espabilado y bastante imaginativo, se había dado cuenta que si aumentaba el tamaño de las fuentes tipográdicas de su periódico, los viejecitos lo leerían mejor. Acababan acostumbrándose tanto a esa letra que los periódicos en papel y al uso les daban la sensación que tenían las letras más pequeñas que antes.

Normalmente Adela no leía el periódico, lo compraba y luego lo dejaba en el mostrador para que se lo llevara algún cliente que entrase, y de esa manera colaborar a difundir el negocio de Iván. Aunque, eso sí, lo ojeaba por alto.

Por lo tanto así se encontraba, mirando los titulares de diversas noticias, cuando una captó su atención. Decía:

"Paul Davis resuelve un nuevo caso". Y añadía, en la entradilla: "El popular detective de relojes consigue dar con la solución a otro misterio". La pequeña mujercita cogió el periódico en su mano, se puso las gafas, y se sentó junto a la butaca de su abuelo, interesada y centrando toda su atención en aquella sugerente y atrayente noticia de "El Extra".

Esto fue lo que leyó.

3.28.2019

Aprovecha que no te va a costar nada y regálate "un cuentecillo"


Hace poco os regalamos aquí "Un lugar en el tiempo", el curioso relato (o libro de relatos, más bien) de la simpática dueña de la relojería que llegó a rozar los primeros puestos de ventas dentro de ficción para jóvenes, y que ahora está en un tampoco desdeñable puesto 16. Pero, por supuesto, no es el único sobre relojería que en Amazon podéis encontrar.

Por cuestiones "de derechos", los libros publicados en Amazon no se pueden descargar ni poner para descargar en un sitio público, por lo que, cuando se lanzan las promociones, lo mejor es aprovecharlas. Las promociones suelen ser descuentos o, en algunos casos, incluso permiten obtener ese libro gratis, pero solo ocurren muy de tanto en tanto.

3.10.2019

La relojería de Adela


Seguro que muchos de vosotros tenéis en mente aquellas relojerías de barrio, esos sitios en los cuales veíamos las últimas novedades, las más bellas realizaciones relojeras (y también de electrónica, en muchas de ellas), y cuyos escaparates eran como las luces de una feria.

Si nuestras madres, amigas y hermanas, bebían los vientos por las boutiques de ropa, y nuestros padres, abuelos, tíos..., por las ferreterías y los concesionarios de coches y motos, nuestro sitio preferido de la ciudad o del pueblo eran, sin duda, las tiendas de relojes y de electrónica.

10.24.2018

El día comienza cuando me pongo el reloj


Estos días estoy disfrutando como un chiquillo con los borradores preliminares de la nueva y emocionante novela del famoso "detective de relojes", Paul Davis, que me tiene totalmente entusiasmado. Suspense, aventura, intriga y glamour con unos escenarios incomparables y en los cuales se hilvana estupendamente nuestra afición favorita, que es el mundo de la relojería. Eso, unido a una ambientación magistral al más puro estilo James Bond y con unos diálogos absolutamente proverbiales hace que no puedas desviar la mirada ni un momento de los párrafos, sumergiéndote en la trama cada vez más y más.

Sin embargo, entre el "suculento" mundo de relojes a los que el detectivesco protagonista nos acerca, entre los cuales están soberbios "pesos pesados" como el Patek Philippe Calatrava, Zenith El Primero o IWC Portugieser, me llamó la atención que no hubiera ni un Casio por ningún lado. Obviamente Casio tiene poco sentido en una colección de semejante calado, modelos que a nosotros nos encantarían, como el GWF-D1000 o algún MRG, aún de los más caros (los que rondan los 5.000 euros), tendrían poco sentido ahí. Se quedarían muy por detrás de esos relojes.

10.06.2018

El hombre que cambió su reloj de cuarzo por uno de cuerda


"El hombre que cambió su reloj de cuarzo por uno de cuerda" nos cuenta la historia de Depére, un anciano que vive a los pies de una pequeña estación de ferrocarril en un pueblo francés, y cuyo único reloj en su vida fue el reloj de agujas de esa estación. Pero cuando los dueños de la estación deciden modernizar el reloj, todo su mundo se viene abajo. Para complicar más la situación, su nieto está empeñado en querer aprender la hora. ¿Qué podrá hacer ahora el viejo Depére sin su reloj, y cómo podrá lidiar con "esos raros artilugios de cuarzo" que se han "entrometido" en su vida?

Disfruta de este pequeño cuento en donde los recuerdos, los momentos entrañables y el paso imparable del tiempo se mezclan con la cruda realidad de los avances tecnológicos, enseñándonos que cualquier cambio en apariencia dramático, es también una nueva oportunidad. Acompaña al anciano Depére en la búsqueda de un reloj para que su nieto pueda seguir disfrutando del tiempo..., aun cuando él ya no esté.

5.19.2018

La historia de Eternium


"La historia de Eternium" ("Quod ex historia Eternium") apareció originalmente en la tercera entrega de relatos cortos de El Imperio, en concreto era el relato que ocupaba el puesto número doce en el mencionado recopilatorio. Eternium, como bien sabéis muchos de los que seguís a algunos autores de este blog, es la marca de relojería por antonomasia dentro de "El Imperio". Tras haber protagonizado un cuento de Navidad para El Imperio, Guti decidió afrontar la difícil y complicada tarea de darle forma a los inicios de una marca que formaba casi el ideal de la relojería -de la alta relojería- tanto en historia, como en exclusividad y artesanía.

El relato comienza describiendo las andanzas de sus fundadores mientras transcurre la vida en el pequeño pueblo helvético de Porrentruy, hasta que en 1770 dan forma a la que sería la culminación de su obra con la aparición de Eternium Co. Con su característico eslogan de "tempus eternium est", vemos un repaso exquisito y ameno sobre la relojería de aquellos años, tiempos en donde tener un reloj diferenciaba no solo la clase social, sino que era un privilegio al alcance de muy pocos.

3.31.2018

Nota de prensa: Electrada E4000 "Generator" con recarga solar y cinética


Lanzamiento mundial del nuevo Electrada E4000

Por primera vez en la historia, un reloj es capaz de obtener su energía de la luz, y del movimiento

GOTEMBURGO (SUECIA), 22 de junio de 2018 - Electrada® Corp. Ltd. la firma de electrónica, energía y materiales perteneciente al ASSI Group sueco, acaba de presentar a nivel mundial el nuevo Electrada E4000.

Fusing your world (Fusionando tu mundo) es el slogan de Electrada® y que define a la perfección el nuevo lanzamiento del E4000. Un revolucionario reloj digital que por primera vez en la historia nos ofrece una doble alimentación ecológica. Una avanzada tecnología que combina la conocida alimentación por energía lumínica que ya conocemos, junto a un émbolo interno que aprovecha la energía cinética de los movimientos para recargar el acumulador, incluso en condiciones de total oscuridad. Una garantía de que el E4000 siempre estará en funcionamiento.

La carga mecánica en base al movimiento del reloj, es un recurso que hasta ahora habíamos conocido en los relojes mecánicos, y que aunque se había usado ya esporádicamente en relojes de cuarzo, nunca se había incorporado a un reloj digital. Electrada logra un doble hito, siendo el primer reloj digital que lo incorpora, y a su vez el primer reloj de cualquier tipo con una fuente de alimentación solar y por movimiento.

12.24.2017

"La fábrica de juguetes", el cuento para esta Navidad


Hace justamente un año pudísteis leer "El fantasma de la Navidad de Astrid Sjoberg", un relato que era una adaptación (salvando las distancias, claro, que son enormes) e inspiración del famoso cuento de Navidad de Charles Dickens. No fue la única ocasión, en 2014 ya publicamos "Once mil ciento veinte y cuatro, AC". Creo que es una bonita tradición el regalar por estas fechas algo que es, en esencia, nuestro medio, es decir: la lectura. Y si puede ser un relato corto, que os haga pasar un rato entretenido o al menos os divierta, y ponerlo a vuestra disposición como una especie de reconocimiento y agradecimiento a vuestra fidelidad durante todo el año, pues me parece algo realmente valioso, porque la lectura no solo nos permite aprender y nos expande la mente, sino que nos permite soñar de una forma que, por desgracia, en este tiempo donde todo se nos da ya tan elaborado (con películas con grandes efectos y en altísima calidad de imagen) es cada vez más difícil de conseguir.

Por supuesto, vosotros -y nosotros, ¡qué mas quisiéramos!- seguramente preferís que a cada uno que nos visite le pusiéramos un GWF-D1000 en la muñeca, eso sí que sería magnífico, pero como no es posible, realizar un sorteo donde solo una persona salga agraciada y las demás se queden "mirando al cielo" no creo que sea lo mejor, porque solo beneficiaría a uno. Esto es más humilde, pero al menos todos salís beneficiados, y nos permite compartir algo que también nos gusta: nuestra pasión por la lectura como vía de comunicación (y de fantasía) disponible y accesible para todo el mundo.

4.02.2017

Pasiones escabrosas en una famila G-Shock


Parecía una tarde cualquiera para la familia G-Shock G-Lide, que hasta hace un par de años era Timex Expedition. Pero ahora la componía la señora GLX5600 y G8900A-7. Pero ella no había olvidado a Timex Expedition T2N721. Tal vez la explicación de esto sea el no haber procesado bien el dolor de que Timex T2N721, antes de desaparecer para no volver, al menos hubiera esgrimido la piadosa mentira de que salía a buscar pilas.

GLX5600 no olvidaba tampoco que Timex T2N721 los últimos tiempos parecía tener problemas psicológicos e incluso alucinaciones. Decía haber escuchado a dios decirle que él no servía para nada, que era incómodo, tenía las agujas muy finas y la del compás se confundía con las de la hora, que pesaba demasiado y en definitiva era una mierda y lo iba a vender para sacárselo de encima.

6.01.2016

Llega el verano y aquí tienes tu relato de relojes


Como venimos haciendo desde hace un par de años, en esta época estival en Zona Casio aprovechamos para publicar una nueva novela corta con la intención de que podáis disfrutar de una lectura entretenida en vuestros descansos o días libres. También para que podáis, en su caso, tener la oportunidad de poder acceder a textos más extensos de los que publicamos habitualmente en el blog, además de salir un poco de los artículos de noticias y de actualidad que prácticamente a diario publicamos en Zona Casio.

Esta novela corta que hoy presentamos posee todos los ingredientes que tanto nos gustan, por supuesto la relojería, pero también historias con gran carga de humanidad, emotividad y, de cuando en cuando, la siempre agradecida acción.

7.31.2015

Ya tienes a tu disposición Purgatorium


"Purgatorium" es una colección de cuatro relatos cortos de terror, que giran en torno a la relojería, en especial al Casio G-7710 de G-Shock. Escritos por Nelbu, aficionado a esas cajas mágicas que nos susurran el tiempo desde nuestras muñecas, estos relatos pretenden envolverte en una atmósfera de sutil inquietud. Son esos misterios inseparables al ser humano e insondables, que intentamos atrapar y que perseguimos pero los cuales, al final, como ocurre con el tiempo, siempre se nos escapan de entre los dedos. Esas sombras que al atardecer empiezan a desvelarse en la pared. Esos murmullos que el viento permite aflorar y que no ves. Relatos para leer a la luz de un candil mientras la tormenta repica por doquier.

Esta es la introducción de Purgatorium, una serie de relatos cortos que, de clara inspiración a lo Edgar Allan Poe (inspiración, solo eso, porque qué más quisiera yo que escribir como él...), intentan hacerte pasar un rato entretenido en este tiempo estival. Son un guiño más a las desventuras diarias que se viven con un reloj, con un Casio en particular.

Su lectura la podéis realizar en cualquier dispositivo compatible con libros electrónicos (formato .mobi), smartphone, ordenador... Y, al no tener bloqueo DRM, lo podéis también compartir o copiar en varios dispositivos a la vez. El precio es anecdótico, realmente, y es de los más baratos que se puede poner en Amazon (antes se podían poner libros más baratos, pero nuestro "gentil" Presidente del Gobierno decidió que los libros electrónicos no disfrutasen del mismo y ventajoso IVA que los libros en papel, por oscuras razones que no voy a entrar a mencionar aquí, porque no vienen al caso).

| Redacción: Zona Casio | Imagen: Mr.digger
| Descarga de Purgatorium

7.03.2015

Cuidado con el G-7710, trae cosas muy malas (y muchas no son de este mundo)


Cuando era pequeño leía todo lo que caía en mis manos. Como mis padres no podían permitirse el lujo de tener una amplia biblioteca, y como en el pueblo tampoco había, la mayoría de las veces solo podía aspirar a que me comprasen libros por reyes, o en ocasiones especiales como los cumpleaños. Una amiga decidió que la mejor forma de despedirse cuando nos fuimos del pueblo era regalarnos su colección de libros, los cuales, en su mayoría, eran cómics. Pero entre ellos había una enorme colección de aventuras para adultos provenientes de su padre, los cuales trataban el tema del terror casi monográficamente (su padre debía ser muy aficionado a ese tipo de lecturas).

No se si os podéis imaginar el efecto que por aquel entonces, para una mente infantil como la mía, tuvieron aquel tipo de lecturas. Me imagino que su padre nos lo regaló con su mejor intención (bueno, estoy seguro que sí), pero obviamente no eran lecturas para niños. Y como no tenía otra cosa que leer, prácticamente me devoré todos aquellos volúmenes. Sí, aún tengo pesadillas con algunas de aquellas historias.

12.24.2014

Cuento de Navidad: "Once mil ciento veinte y cuatro, AC"


Son más de veinte años los que llevo aquí. Día tras día la misma rutina, las mismas tareas realizadas en el mismo orden y de la misma forma. Aquí no hay noche ni día, me levanto cuando suena la alarma del reloj: son las ocho y media de la mañana. Y me acuesto cuando suena la otra alarma: las diez y media de la noche. Me pongo en pie y hago la tabla de ejercicios que tengo pegada a la pared de plástico, ya amarillenta, pero no necesito ni mirarla. Sé todos sus ejercicios de memoria, y los hago de manera casi robótica. Brazos, espalda, piernas, cuello... una serie de abdominales y luego ducharme con unos pocos litros de agua, contados y muy bien administrados. Aquí el agua es muy valiosa. A continuación reviso los niveles de energía, hago los chequeos diarios de los sistemas informáticos, bastante sencillos, y procuro no encender demasiado la iluminación para no saturar la vida de las baterías. La justa para poder leer algún libro en el lector digital de la cápsula. En esos momentos aprovecho para acercar mi reloj de Casio a la lámpara, y que sus células solares alimenten a su acumulador. Es lo único que me he traído de la Tierra. Cuando partimos solo podíamos elegir equipaje personal por no más de 250 gramos y, por supuesto, nada que emitiera radiación. Descartados teléfonos móviles u ordenadores personales, cuadernos o libros (pesan demasiado), yo me incliné por solo tres cosas: una tarjeta de memoria con libros, fotos y recuerdos, un póster de la catedral de Chartres, y mi fiel reloj Casio WVA-400.

El póster de la catedral de Chartres me aporta la luz y la inspiración que en este pequeño cubículo sabía no encontraría. Fue un consejo de mi padre, y que le agradezco cada mañana, cuando abro los ojos y lo miro, cada vez más. Al principio no creía que fuera algo tan importante: el espectáculo de ver girar y pasar a la Tierra una y otra y otra vez me parecía demasiado sorprendente como para que nada me entretuviera ni captara mejor mi atención. Pero luego de cinco, ocho, diez años aquí mirando siempre el mismo planeta girando suspendido sobre el fondo negro uno puede acabar loco.

5.27.2013

¿Por qué hacen "tic-tac" los relojes?


En el año 1984 el autor chileno Saúl Schkolnik fue co-autor del libro "¿Por qué el mar es salado?", bajo la editorial Orión, dentro de su colección "Tobogán". Se trata de un ameno, bello y lindo libro que reúne cuentos infantiles de todo tipo y de diversos autores, entre ellos el autor chileno que acabamos de mencionar.

En la actualidad ese libro es bastante difícil de encontrar, y lleva bastante tiempo descatalogado. Pero sería una auténtica lástima que sus bonitos cuentos cayeran en el olvido, sobre todo uno que cuenta la historia de por qué emiten sonido los relojes, y que lleva por título: "¿Por qué los relojes hacen tic-tac?".

3.30.2013

Absorbidos por la tecnología


Caminas por la calle y de pronto te das cuenta de que a tu alrededor hay cuatro o cinco personas hablando. Todas a la vez y ninguna entre ellas. Pegadas a un teléfono móvil en la oreja.

Te paras ante un semáforo y a tu alrededor y ante ti nadie presta atención a nada. La mayoría de las personas están con sus dedos en las pantallas de sus smartphones. Otras aprovechan para leer los titulares de ese día (o este mismo blog) en el tiempo que tarda el semáforo en cambiar de color.

12.29.2012

Nunca juzgues demasiado pronto a un reloj Casio


—En la causa judicial dice que viajaste a Mar del Plata a empeñar los relojes que habia robado.
—Algo de eso hay. Yo sé mucho de relojes —se jacta Robledo.

Lo supe una semana después, cuando me llamó desde la cárcel para pedirme un favor: que le comprara un reloj trucho en La Salada, la popular feria que queda en Lomas de Zamora, al costado del Riachuelo. Le prometí que en mi próxima visita se lo llevaría. Él quedó en darme la plata. No fui a la feria. Preferí comprarle un reloj original y legal. Por eso le llevé un Casio digital.

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