Antes de nada tengo que confesaros que en Casio me permitían probar en vivo y tener durante un tiempo el GBD-H1000 para extrujarlo todo cuanto quisiera, darle mil patadas y tirarlo de un edificio, y luego hablaros de él. Lo rechacé por varias razones, una de ellas por temor a enamorarme del reloj, así de claro os lo digo, pero justo es reconocerle a Casio lo que se preocupa para que estéis bien informados y se hable justamente del reloj (sea bueno o sea malo, pero que al menos sus clientes lo conozcan), no ocultando nada. En serio, eso pocas marcas lo hacen hoy (de hecho, casi ninguna de tecnología lo hace). En cuanto Garmin y Suunto, me prometieron uno de sus relojes, pero tras el tsunami del coronavirus ni lo he intentado, y sinceramente también os digo ni me apetece, más que nada porque no es mi intención ni de mi agrado abandonar mis queridos Casio, a estas alturas, por cualquier otra marca del sector.
Pero dado que han decidido con uno de sus últimos relojes, aparecido hace escasas fechas, copiarle casi todo a Casio (sí, y copiarle descaradamente, incluso en su construcción), hemos pensado que sería interesante una comparativa sobre lo que ofrecen ambos dispositivos, que no sé si llamarlos reloj o cómo llamarlos, la verdad.