Éste es un tema técnicamente complejo y extenso de explicar en toda su extensión, pero también al tiempo muy sencillo de resumir, y el caso es que el resumen que has hecho es muy bueno porque has apoyado la correctísima conclusión con dos (bueno, tres realmente) ejemplos que ilustran muy bien los distintos tipos de materiales habituales en relojería y el cambio que experimentan los mismos con su uso o con el simple paso del tiempo.
Es bueno el ejemplo de los plásticos "blanqueados" de una manera que ilustra muy bien la diferencia entre estas familias de compuestos orgánicos con otra famila de materiales, la de los metales, de los que hablas de que desarrollan una pátina superficial de lo que podríamos llamar "degradación" (luego ampliamos) que es mucho más tratable en un proceso de restauración.