¿Es realmente tan inofensivo el titanio como nos lo quieren vender?

En prácticamente todas partes encontrarás que el titanio es un mineral totalmente inofensivo, te dirán que es inerte, que no causa irritación, que es, en suma, hipoalergénico. Bastantes químicos y muchos médicos pondrán el grito en el cielo si intentas defender que el titanio puede tener efectos adversos en la salud humana. Pero, de hecho, los tiene. El problema del titanio es común a muchos otros elementos parecidos (como el amianto en sus tiempos, o, mucho más atrás aún, el radio como recubrimiento de agujas de reloj para que brillasen en la oscuridad): la falta de estudios profundos que determinen su toxicidad. Afortunadamente, por supuesto, el titanio es mucho más seguro que esos dos elementos que acabo de mencionar, pero no está exento de peligros.

Es cierto que el titanio es un material muy resistente a la corrosión, realmente, es uno de los pocos materiales tan resistente que prácticamente se mantiene inalterable. El "secreto" es que se recubre de una capa protectora que "lo aísla", protegiendo el metal. Hay que recordar que todo metal en contacto con fuertes reactivos acaba oxidándose, y el propio oxígeno de la atmósfera es un gran oxidante. Con el tiempo, y dependiendo de la aleación utilizada en el metal con el titanio, éste se oscurecerá y presentará un color negruzco.



Pero el titanio no sólo está en los relojes. Se encuentra actualmente en todas partes: implantes, productos cosméticos, pinturas, medicamentos, e incluso en papelería. Gracias a su estabilidad es usado como suplemento de protección en muchos de ellos. Pero el que sea denominado como un material "inerte" no es lo mismo que sea como un material "inofensivo". De hecho, no lo es cuando se utiliza en determinados medicamentos abortivos. Los últimos estudios (que datan de 2009) mencionan que el dióxido de titanio (TiO2) interfiere en las cadenas de ADN de los animales.

Se suele pensar también que es hipoalérgico, es decir, no produce alergias. Pero lo cierto es que hay casos de alergia al titanio, se estima que del 1,4 al 5,6% de las personas alérgicas a los metales, lo son también al titanio.

También se usa ampliamente en implantes, por su mencionada protección ante la oxidación y ataques exteriores. Pero en un estudio del año 2002, se ha confirmado que tras un implante con titanio se detectan elevaciones en ganglios y pulmones de éste mineral. La tasa de Ti normal en tejidos humanos es de 50 ppm, mientras que en tejidos preiimplantarios sube hasta las 300 o hasta las 1000 ppm (esto ya es conocido desde 1985). En implantes fracasados, además, la Ti en sangre, pulmones y ganglios había aumentado de 4 a 10 veces. Además, puede causar hipersensibilidad anafiláctica (de tipo I, en cualquier caso), debido a que los iones no sensibilizantes activan el sistema inmune unidos a proteínas, formando hapténicos. Si ésto ocurre, normalmente se produce una respuesta defensiva aguda, pero si la liberación de mediadores es masiva puede desencadenarse una urgencia médica con peligro para la vida.

Todos los estudios llevados hasta la fecha coinciden en que se deben hacer más pruebas y ampliar dichos estudios para tener una base más sólida sobre los peligros del titanio en los humanos. A éste problema de desconocimiento se une que el titanio cada vez está más presente en todo lo que nos rodea, en los elementos más comunes de nuestras vidas, por lo que no sólo es nuestra piel la que puede estar en contacto al usar un reloj de titanio, sino también lo podemos inhalar o digerir.

En un estudio llevado a cabo con 800 pacientes seleccionados, se detectaron 8 casos positivos de alergia al titanio. De hecho, en último extremo se sugiere entre los profesionales que en casos de duda se usen otros metales, como el tantalio. El tantalio es también un metal inerte.

| Redacción: Zona Casio