Los relojes G-Shock de Casio, los primeros que aparecieron alrededor de mediados de los ochenta, cumplen, como casi todo el mundo sabe, con tres principios, los cuales se les ha dado en llamar "el triple 10". Repasémoslos:
- caída a una distancia superior a diez metros sin daños en el módulo
- más de 100 metros de resistencia al agua
- pila con autonomía de diez años.
Estas tres características más o menos se han seguido fielmente desde siempre, aunque los primeros G-Shock ya nacieran con pilas con una autonomía oficial de "sólo" 7 años, sin abuso de iluminación y sin un uso extensivo de funciones es bastante fácil que alcance esos diez años, por lo que podríamos dar por satisfecho el tercer requisito de autonomía.