Una de las pruebas que desde hace mucho tiempo queríamos llevar a cabo en Zona Casio era la destinada a la detección de níquel en los metales (aceros, principalmente) que utiliza Casio. No porque temiésemos que no la superasen (ya hemos dicho varias veces que si esos relojes se venden en Europa es que son totalmente seguros para su uso directamente sobre la piel), sino para disponer de unos resultados palpables y visibles de que ésto efectivamente es así. Es decir: no es suficiente con que lo dijeran las autoridades y Casio lo asegurase, queríamos comprobarlo (y constatarlo) por nosotros mismos. Verlo con nuestros propios ojos.
Y ya que estábamos por la labor para someterlos a esas pruebas, hemos decidido dar un paso más allá, y no solo hemos probado un reloj que hiciera "de conejillo de indias" y de muestra general, sino que lo hemos hecho con dos de sus modelos, elegidos al azar. Uno pertenece a una de las marcas más representativas de Casio, G-Shock. En concreto, se trata del G-7710. Y el otro que hemos sometido a los test del níquel ha sido el F-91W. Elegimos éste porque entendemos que es uno de los mas populares de Casio, uno de los que más se vende y uno de los más usados por la mayoría de la gente que busca su primer reloj (o un reloj para todo).
Pero también hemos querido ir más allá. Con el apoyo de Midnight Restore hemos podido someter a pruebas a un modelo de antaño, de los años ochenta, pensando en todos esos numerosos aficionados de Casio que nos leen y temen usar su reloj "vintage" por temor a su alta toxicidad. Hemos elegido el DB-200 con caja cromada que ya probamos hace poco aquí, porque no sólo tiene metal en su caja, sino que, además, posee armis, y en efecto: también su pulsera se la hemos sometido a los tests.
Respecto al G-Shock, no sólo ha tenido que superar la prueba del test por níquel la cubierta metálica de su caja, sino que también se la hemos hecho pasar a su hebilla, que es de acero, para que todos podáis estar cien por cien seguros de su salubridad.
Y ya puestos, hemos hecho lo que casi nadie ha hecho hasta ahora: hemos cogido varios modelos del mercado, un Calypso (Lotus), un Nowley, e incluso un reloj que específicamente ponía en su parte trasera "Nickel Free" para verificar si realmente lo era. Como veis, un test impresionantemente completo que a nosotros nos ha tranquilizado mucho y que seguramente también lo hará con vosotros.
Los resultados han sido los siguientes:
- Casio:
En Casio sólo hay una palabra para definir lo que hemos visto: impactante. Impactados nos hemos quedado, y es que cuando Casio asegura que realiza y construye sus modelos para cumplir todas las reglamentaciones internacionales realmente lo hace. Nula, totalmente inapreciable, presencia de níquel tanto en el G-Shock (en su tapa trasera y en su hebilla) como en el F-91W. Pero este resultado, que en cierta forma nos esperábamos, se ha quedado corto cuando hemos visto que el modelo "vintage" de los ochenta que probamos, un modelo construido hace más de treinta años, ¡no posee níquel! Tanto el armis como su tapa trasera han dado unos espectaculares resultados de nula toxicidad. Esto significa que los modelos vintage de Casio son tan seguros -al menos los de su época, no hemos verificado modelos Casiotron y demás- como los que se venden hoy en día.
- Otros:
Los otros modelos de relojes son también seguros. No podía ser de otra forma, al ser marcas reconocidas y que no pueden arriesgarse a un bloqueo de ventas por la Unión Europea. Calypso (Lotus) nos ha sorprendido gratamente, puesto que en su reloj ni la tapa trasera de metal ni la hebilla poseen níquel. Sin embargo de Nowley no podemos decir lo mismo, puesto que aunque su tapa trasera también es segura, su hebilla nos ha dado trazas de níquel. Ciertamente ha sido en proporciones ínfimas (e inofensivas), por lo que tampoco corre ningún riesgo quien adquiera un modelo de reloj de esta marca.
Curiosamente, para finalizar, nos ha dejado un poco extrañados que precisamente el reloj que presumía de "libre de níquel" ("Nickel Free") estampado en su parte posterior, también tuviera trazas. Esto significa que su acero, aunque siga siendo inofensivo, no es de la misma calidad que los que usa Casio, al menos en su aleación.
Si antes usábamos modelos de Casio con total tranquilidad sabiendo que su construcción no sólo es fiable, sino segura, ahora creo que nosotros -y vosotros también- lo usaréis con todavía más tranquilidad. En especial creo que todos los que amáis los vintage (y los usáis) os quedaréis más tranquilos constatando los aceros saludables que usaba Casio ya en los ochenta. Porque es curioso que en aquella época, en donde las restricciones al níquel aún no eran tan duras como ahora, Casio ya se adelantaba a su tiempo vendiendo relojes con materiales y aleaciones que pasarían todavía hoy las reglamentaciones internacionales de seguridad. Y no estamos hablando de que tuvieran poco níquel, o tuvieran trazas, no, estamos diciendo que tenían tan poca toxicidad en su acero como cualquier reloj que comprásemos hoy nuevo en una tienda. Asombroso.
| Redacción: Zona Casio
Interesante experimento -o test-. Yo tampoco soy de obsesionarme con esas cosas y menos siendo Casio. Aún así se agradece y habrá gente que se quede más tranquila.
ResponderEliminarEstupendo artículo, que ya entra incluso en el campo de la investigación.
ResponderEliminarMuy interesante para todos, aunque especialmente para mí, porque soy Sanitario (a eso me dedico profesionalmente), por lo que tiene un valor añadido.
Esto añade a Casio un valor más de los muchos que ya tiene, y alegrará a todos los casiómanos.
Enhorabuena una vez más, no dejáis de sorprenderme.
Me tranquiliza bastante la prueba. Quizás el olor a metal pesado que aprecio en el "conjunto" no sea tan amenazador.
ResponderEliminarQue reloj podria regalarle a mi sobrino que es alergico al niquel?....
ResponderEliminarPuedes regalarle uno de los Core Guard que tienen exterior de carbono. El GA-2000 por ejemplo.
EliminarDe nada.