Los precios están en yenes (PVP oficial con impuestos) y los aumentos se mueven, según modelo, en este rango:
– Modelos que pasan de 18.700 ¥ a 24.200 ¥ (subida de 5.500 ¥).
– Otros que suben de 22.000 ¥ a 27.500 ¥
(subida de 5.500 ¥).
– Incluso modelos que pasan de 19.250 ¥ a 23.100 ¥ (subida cercana a 3.850 ¥).
Traducido a la práctica: subidas sistemáticas de entre 4.000 y 5.500 yenes por reloj. Al cambio actual, eso se traduce aproximadamente en 25–35 € llegando, en determinados modelos, a picos de hasta 50 €, pero aquí viene la clave importante: en Europa estas subidas se espera que se amplifiquen.
Esto es así porque al PVP japonés luego se le suman distribución, impuestos locales, márgenes y redondeos comerciales. En tienda europea, una subida de 5.500 ¥ en origen puede acabar siendo fácilmente de 40 o incluso 50 € en el precio final.
Y ojo: estamos hablando de variantes comunes, no de relojes “premium” ni ediciones especiales. Relojes funcionales, de los de toda la vida, que hasta ahora eran el refugio de quien buscaba calidad sin sablazos.
Esto confirma algo que muchos ya intuían: Casio está reposicionando precios, incluso en gamas históricamente populares. No es un ajuste puntual, es una tendencia.
Por todo ello, si estabas pensando en comprar un Casio de estas series, el margen de tiempo es real y limitado. El stock con precios antiguos es finito, y cuando se agote, no vuelve.
No es alarmismo. Son números oficiales, en negro sobre blanco, y con fecha.
Casio sigue siendo Casio. Pero hace tiempo que no juega en el mismo terreno de precios que antes.
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