Casio difundió ayer toda la información de sus nuevos modelos CA-500, que no son más en realidad que unos CA-53 convencionales, pero con un exterior cromado y una caja levemente oblonga. Para Casio estos modelos, que vienen a incorporarse también a su línea de moda Vintage, son un homenaje a los famosos modelos de calculadora del principio de los años ochenta que, en su momento, crearon gran expectación (y en donde Casio jugó un importante papel con sus relojes que incluían calculadora científica como los CFX-20/CFX-200, por cierto).
Desgraciadamente estos no son siquiera ni la sombra de aquellos, no ya porque su módulo sea el más simple de los existentes en calculadoras, sino porque ni tan sólo se han molestado en mejorar su teclado, uno de los puntos más débiles y frágiles de estos modelos, puesto que sus teclas de goma se deshacen aún sin usarlas. Habría sido un gran acierto aprovechar la ocasión para ponerles teclas duras -como llevan las ClassWiz, sin ir más lejos-, un cristal mineral, y una caja de acero al menos, habida cuenta del considerable aumento de precio que acompañan a estos CA-500, y que sería lo más lógico.