Recuerdo una antigua tienda de electrónica del centro de la ciudad (hoy cerrada), en donde tenían toda una sección de escaparate destinada a relojería y, entre los productos que en ella se exponían, había un lugar destacado - por su número - para los relojes de Casio. Siempre que pasaba por el centro, me acercaba para echar un vistazo. Si tenías suerte podías ver algunos nuevos lanzamientos, pero por lo general solo había alguna pequeña novedad de Collection, y el resto de relojes permanecían allí hasta que se vendían. Principalmente G-Shock, podías encontrar sus mismos modelos una y otra vez.
Luego, caminabas hacia las afueras, por los barrios periféricos, y en los quioscos veías los expositores de Casio. No sé si lo recordáis, pero durante unos años las novedades de los Collection no llegaban a las relojerías ni a los bazares: llegaban a los quioscos. Creo que fue durante la última etapa de Flamagas como distribuidor (antes de hacerse la propia Casio con la distribución en España). Los quioscos solían tener un característico cartel con letras negras y llamativo fondo amarillo, donde se animaba a la gente a comprar un reloj. En ellos podían verse a dos colores los A168, F-91, W-59, W-720, F-28... Y toda aquella retahíla de modelos asequibles. De hecho te incluían hasta los precios, y por unos 20 euros uno salía de allí con todo un A158. Los W-720 costaban algo más.
En un barrio que conozco queda uno de esos últimos bazares, que sobrevive hasta que su anciano propietario, supongo, decida jubilarse. Cuando paso por allí ni me detengo, a pesar de que cuentan con un par de estanterías dedicadas a los Collection de Casio. La razón es que son relojes que llevan años allí, son Casio "del montón" y nada atractivos (no os esperéis encontrar F-87 allí, ni por asomo, el tipo parecía estar adicto a los cromados y lo tiene lleno de A178, A158..., una pena). Obviamente aquellos modelos, que no tienen interés para nadie - ni siquiera para nosotros como aficionados -, nadie los compra, así que allí siguen.
Eso es lo que ocurría, por lo general, en las tiendas donde se comercializaban relojes de Casio antes de la aparición de Internet. Y eso explica el por qué por estos lares eran tan pocos vistos modelos "de los buenos", léase tanto DW-1000 como WW-28, por poner solo dos ejemplos. Allí el ritmo no era el que marcaba Casio en sus novedades mensuales, sino el que marcaban los clientes según hubiese ventas o no. Y si había más ventas, más catálogo que renovaba, de lo contrario pues el escaparate se repetía mes a mes.
Internet ha cambiado radicalmente aquella forma de venta, aunque como hemos visto, aún quedan unos pocos resquicios de ella. Nos permite conocer los últimos modelos incluso antes de que éstos salgan al mercado, lo cual ahora nos parece lo más normal y corriente, pero que antes era impensable. Solamente baste mencionar el asunto de los catálogos, que lanzaba Casio al principio de temporada, se imprimían, el comercial los llevaba a la tienda "cuando se pasaba" y, con un poco de suerte, te lo dejaban ojear. Estamos hablando, pues, de un catálogo que se editaba en diciembre, llegaba a la tienda en... ¿primavera?, quizá con suerte, y a principios de verano tal vez podías tocarlo.
O sea, que seis meses con retraso veías las novedades, y claro, pudiera ser que muchas ya las pudieses adquirir (si el dueño de la tienda lo consideraba interesante y exitoso, que no siempre ocurría).
Ahora ocurre todo lo contrario: las novedades no esperan por ti a que las compres, eres tú quien tiene que esperar por ellas, incluso buscarlas y luego apurarte a que, cuando las pidas a la tienda por Internet, no hubiese más avispados que las hubiesen agotado antes o, como ocurrió con los GA-2100 o los GBX-100, no se agotase todo el stock de la distribución.
No sé si era mejor antes que ahora, desde luego más cuerdo y menos estresante era la forma de antaño, tenías unos cuantos relojes a tu disposición (tal vez algunos más si tenías la suerte de viajar a una gran ciudad o tener un centro comercial con sección de Casio, lo cual era muy, muy raro, los relojes de Casio no solían verse mucho por esos sitios - a excepción de los más caros de G-Shock y Pro Trek, que sí les llegaban -), y te conformabas con el que más o menos se adaptase a tus gustos y pudieras pagar, y "colorín colorado".
Quizá nos hemos vuelto más exigentes con tanta oferta, no sé. En mis tiempos si lograba un DW-291 o un CPA-100 hubiese salido de la tienda como una rosa. Hoy casi acaba de llegar a nuestras manos, y ya le empezamos a poner "peros" a todo. No hablemos si es un G-Shock tipo GBD-100 o GBD-800. También es verdad que la competencia existente antaño era para que Casio se esmerase muchísimo. Tenías Sanyo, Citizen, Seiko... Todos ellos también en digital y a precios rompedores. Hoy en digital, en la mayoría de sitios, hay Casio y poco más, el resto son copias peores de los F-91 o módulos que mejor no verlos, como los que montan los Calypso, que dan bastante vergüenza ajena, o los que montan los Nixon, llenos de fallos.
De manera que, ciertamente, había cosas buenas, pero también grandes desventajas que con Internet nos evitamos. Y por eso, precisamente, deberíamos pensar un poco más en cómo eran las cosas antes, para sentirnos algo más agradecidos con las oportunidades que Internet nos brinda ahora.
| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com
Bonita parte recordatorio, me ha recordado esos tiempos de Casio por todos los lados y de bazares.
ResponderEliminarLo de los quioskos me imagino que sería porque igual que distribuían mecheros, pues distribuían relojes.
Fíjate, no había caído en eso, pero es verdad. Total, la red de distribución ya la tenían, pues les metían los relojes.
EliminarMiro aquellos años y es increíble la diferencia. No eran los mejores relojes de Casio, claro, eran los Collection "de siempre", pero te ibas a comprar pipas y salías con un W-740 o un W-720... Menudo relojazo. Lástima que a Casio no se le antojase actualizarlo.
La cosa ha cambiado mucho, y a peor para Casio. Lo más cercano ahora es pasar por una tienda de telefonía regentada por un hindú a comprar una funda para el móvil y salir con una smartband china.
Eliminar@Guti, yo creo que también hemos cambiado a peor en falsificaciones. En mi opinion son ahora mucho más abundantes que en aquellos años.
EliminarHace unos días compraba en eBay un casio A168 dorado a un vendedor con buena reputación. El reloj que recibí era falso. Falso no, lo siguiente. Presenté una reclamación y en pocas horas la disputa se saldaba favorablemente para mí.
Imaginemos ahora que en el año 2020 siguen existiendo esos kioskos - en donde yo vivo casi todos han cerrado - y que en éstos te puedes comprar un Casio de la gama Collection. Es probable que en no pocos casos el reloj que te llevas fuese falso. ¿Reclamas al kioskero, sin que haya dos intermediarios llamados eBay (mercado) y PayPal (procesadora de pagos)?
Añadamos a lo anterior que es posible que el kioskero no haya procedido de mala fé y que, de hecho, él también fue estafado cuando compró 20 Casio A168 dorados muy chulos a un vendedor. Un vendedor con mucha labia que aseguró al kioskero que los relojes procedían de una joyería que había echado el cierre y que él los iba a vender de maravilla, que bastaba que los exhibiese en el escaparate de forma que se viesen bien.
Cierto. Las falisificaciones son más abundantes, y lo que es peor de mejor calidad aparente, así que engañan a más gente.
ResponderEliminarYo creo que antes el representante que repartía a los kioskos era un tío de confianza. El kioskero conocía sus mecheros, de buena calidad y fabricados en España, no le iba a engañar con los Casio. A lo sumo cobrarles un precio exagerado como solían hacer.
Ahora tenemos extremos:o ves casios en chinos de dudusa originalidad o los ves en el Corte inglés. Como echamos de menos los bazares de antes!
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