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8.03.2023

Casio recomienda que no tires sus productos a la basura

ZonaCasio


...sino que los lleves a un centro de tratamiento de residuos, ya que sus relojes, calculadoras y resto de dispositivos electrónicos no se pueden reciclar. Eso es lo que aconseja en su documento sobre deshechos, donde se nos informa también que, de no hacerlo, se puede ocasionar "un efecto negativo en el entorno y en la vida de los alrededores donde se depositen los deshechos, debido a las potenciales sustancias dañinas" que los dispositivos electrónicos contienen. Y añaden que ese material tóxico puede mezclarse "con el aire, el agua y la tierra" causando problemas de salud. Es algo que todos sabemos ya de sobra, pero que por desgracia pocas marcas -y gobiernos- reconocen.

Y añaden en Casio que el consumidor es el responsable de depositar los dispositivos rotos o/e irreparables al final de su vida útil en lugares adecuados y preparados para tal fin, y queda advertido de asegurar su eliminación sin riesgos cuando quiera deshacerse de dicho dispositivo.

9.04.2013

Por qué los precios en España no son igual que en Estados Unidos


Siempre que Casio anuncia la aparición de un nuevo modelo en Estados Unidos (o en algunos otros países asiáticos), los clientes se suelen quejar de lo mismo: el por qué allí un reloj que cuesta 100 $ (por ejemplo), al llegar aquí no se aplica la conversión a euros y nos sigue costando esos 100 $, sino que cuesta 100 €. Las razones son varias. Y deberíamos en muchas ocasiones darnos con un "canto en los dientes" porque Casio haga simplemente la conversión de esos 100 $ a 100 €, y no incremente el precio aún más. A grosso modo, se puede explicar de una forma muy fácilmente entendible: los impuestos en Europa son altos. Impresionantemente altos. Impuestos de aduanas, impuestos de lujo, impuestos de reciclaje, impuestos sobre el valor añadido, impuestos... Impuestos y más impuestos. Por ejemplo, cada aparato electrónico (como relojes digitales), tienen que pagar un impuesto sobre el reciclaje de todos sus elementos, pero, además, un impuesto también para que esas pilas botón tan nocivas que utiliza sean recogidas y no se arrojen al Medio Ambiente. Ahora bien, yo (y todos vosotros, probablemente), seguramente que habéis tirado algún producto tecnológico a la basura (un discman, un mp3, un teléfono móvil...)... ¿Ha llamado alguna vez algún operario a vuestra casa para ir a recogéroslo? Y para la batería, ¿os habéis encontrado algún número en el embalaje, o en la propia batería, a quien llamar para que fuera por ese elemento contaminante y lo llevase a reciclar? Pues no. Se supone que en España (y en otros países de la UE) se paga obligatoriamente un impuesto (que no es pequeño, por cierto) para que "alguien" haga eso, para instalar y mantener contenedores de reciclaje de todos esos elementos electrónicas que poseen componentes que, de ser reciclados, se ahorraría al medio ambiente (y a la industria) un buen castigo, en forma de menos contaminación en el primer caso, y de ahorro de compra de materias primas, en el segundo. Pero no se realiza.

¿A dónde va, por tanto, nuestro dinero? Pues todos esos millones de euros que se recaudan vía estos impuestos llamados "indirectos" se pierden por algún sitio. Pero nadie sabe por dónde (menos quienes se llenan sus bolsillos con ellos, obviamente). Dinero que debería dedicarse para mantener a salvo nuestra naturaleza, y que de buena gana pagaríamos muchos de nosotros a través de ese tipo de impuestos a la recogida y reciclaje, acaba en oscuros bolsillos de personajes que se están "forrando" con este invento, poniendo de excusa la protección a la naturaleza.

6.26.2025

¿Por qué los nuevos G-Shock tienen esa rara “e” en la trasera?

La “e” metida en un círculo que aparece grabada en la trasera de algunos relojes G-Shock modernos indica que el producto cumple con la directiva europea sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE o WEEE, por sus siglas en inglés).

La "e" rodeada por un círculo no es un símbolo oficial de la UE, pero Casio lo usa para indicarnos que ese modelo cumple con la normativa europea sobre gestión de residuos electrónicos.

Esta normativa obliga a los fabricantes a marcar sus productos para informarnos y así asegurar que, cuando lleguen al final de su vida útil, sean tratados adecuadamente y no se tiren a la basura doméstica (en el caso que nos ocupa, porque entre otros elementos tienen pilas o acumuladores en su interior que pueden contaminar aguas y suelos).

También, en ciertos casos, nos puede indicar que el fabricante ha pagado las tasas correspondientes al reciclaje en el marco de esta legislación, donde esto sea obligatorio.

Por lo tanto, esa curiosa "e" es un símbolo relacionado con el cumplimiento de normas medioambientales europeas, especialmente sobre reciclaje y tratamiento de residuos electrónicos. No tiene que ver con funciones del reloj ni con su autenticidad, aunque sí confirma que está pensado para venderse en el mercado europeo.



5.09.2020

¿Tendrá que elevar Casio los precios por la pandemia?


Hemos oído durante estas últimas semanas muy habitualmente la escalada de precios en torno al material sanitario, producida por la escasez de mascarillas, de geles hidroalcohólicos, e incluso de guantes desechables (ahora mismo muy difíciles de encontrar, y desde algunas fuentes señalan que la escasez puede durar incluso hasta noviembre, dada la brutal cantidad de pedidos acumulados para abastecer hospitales, que ha echo saltar por los aires la capacidad de proveer las materias primas).

Sin embargo, pocos hablan del otro gran damnificado: las resinas. La creciente demanda de material de separación como paneles y cabinas transparentes ha hecho que compuestos como el metacrilato empiecen a escasear, y de hecho algunos fabricantes de juguetes ya tienen dificultades por la falta de material para abastecerse. Es curioso que, como ocurrió en la II Guerra Mundial con el acero, sean ahora las resinas lo que escasee, y es precisamente el material principal de muchos de los artículos que usamos a diario. Pero el problema es más grave aún, porque casi todo el material médico (para intubación, exploración, diagnóstico...) suele tener sus cuerpos de resina.

2.12.2014

El fin de las pilas botón


La mayoría de gente que vio aparecer los cuarzos creía que en el siglo XXI las pilas botón pasarían a formar parte del pasado. Como en tantas otras cosas esto no ha sido así, y aunque se han dado grandes avances, el fin de las pilas botón no está, ni mucho menos, cercano. Como alternativa los fabricantes han optado por otras soluciones, como acumuladores y pilas más limpias.

Casio es el único fabricante que, a día de hoy, posee los relojes de cuarzo con las pilas más ecológicas del mercado. La crisis mundial y la necesidad de competir con otras marcas a precios muy bajos ha hecho que la gran mayoría de fabricantes deje de lado la ecología, y casi lo tengan como un "tema tabú" en sus objetivos a corto y medio plazo. No ha hecho así Casio, y en sus informes anuales siempre deja hueco para un apartado sobre ecología. En el último (2013) se plantea un objetivo a largo plazo, denominado Vision 2050, con el fin de unificar en sus productos la coexistencia en armonía con la naturaleza, bajo las premisas "energía", "recursos" y "seres vivos", contribuyendo a crear:

- Una sociedad con una huella de carbón baja.
- Una sociedad de reciclaje de los recursos.
- Construir caminos en armonía con la naturaleza.

Todo ello es la continuación de la anterior Declaración Ambiental de Casio (aún en vigor) cuyo objetivo es el 2020, potenciando el uso de energías renovables en sus factorías y en todas sus actividades de negocios.

6.07.2023

Curiosidades en torno a Casio (que seguramente ignorabas)

ZonaCasio


Hay un buen número de aspectos que seguramente muchos ignoran a la hora de hablar de Casio y sus productos. Por ejemplo, ¿sabías que la base de sus ventas es, en la actualidad, la relojería? En efecto, el negocio de sus relojes supone más del 60% de las ventas totales de Casio, obteniendo por ello más de 152 billones de yenes (datos de su último ejercicio). El resto de sus productos son una mezcla de calculadoras, proyectores y teclados electrónicos, entre otros dispositivos menores.

Pero vayamos con otras de sus muchas curiosidades.

9.01.2014

¿Es el Casio F-91 un reloj de usar y tirar?


Uno de mis antiguos jefes era un auténtico fan de los Casio F-91W. Él siempre me insistía de que ese era un reloj pensado "para usar y tirar", y de hecho era lo que él hacía: si se le acababa la pila o le rompía la correa, iba a una relojería y compraba otro. No es extraño que siempre llevase un F-91 nuevo. Decía que por los diez euros que costaba no merecía la pena ni molestarse en cambiarle la pila, ni por supuesto comprarle una correa (que es más cara que el reloj entero).

Os voy a decir algo que seguramente sorprenderá a muchos: mi jefe tenía razón. Aunque aquí siempre hemos defendido la práctica de las tres erres (reparar, reutilizar, reciclar), no vamos por ello a negar la realidad.

12.22.2023

La que se nos viene encima con las baterías y las pilas

ZonaCasio


A principios de este año, varios países europeos (Dinamarca, Alemania, Países Bajos, Noruega y Suecia) presentaron una propuesta a la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos (ECHA) con el fin de restringir el uso de los compuestos denominados PFAS (sustancias perfluroalkoxyalkane y polifluoralkylalkane). Las razones para hacerlo son muchas, y de mucho peso. Los PFAS son un grupo con más de 10.000 sustancias, con capacidad para mantener unos fuertes enlaces carbono-flúor que les confieren una gran estabilidad. Esta estabilidad, que juega a su favor en muchos productos de la sociedad de la electrónica actual, se convierte en un peligro cuando llegan al final de su vida útil, por su persistencia en el medio ambiente y su resistencia a la degradación.

Muchos estudios han confirmado su peligrosidad tanto en la naturaleza, como para la salud humana. Pueden mezclarse con el agua, pueden ser movidos a enormes distancias, y además pueden acumularse en los organismos vivos, llegando a través de la alimentación al cuerpo humano.

8.23.2025

¿Es mejor la resina de Casio, o el zamak de Skmei?


El zamak es una aleación de zinc con pequeñas proporciones de aluminio, magnesio y cobre. Se usa muchísimo en herrajes, grifería, bisutería barata, piezas de automoción, juguetes metálicos, etc.

En condiciones normales, no es un material peligroso para la salud, el zinc es incluso un oligoelemento necesario para el cuerpo. Por su parte, el aluminio y el magnesio que lo contienen, en las cantidades de la aleación no se liberan fácilmente.

El cobre también es esencial en dosis mínimas.

El problema aparece en situaciones concretas:
- Polvo o vapores al trabajar: al lijar, fundir o mecanizar zamak sin protección, los vapores de óxido de zinc pueden causar la llamada fiebre del humo metálico: fiebre, escalofríos y malestar, que suelen remitir en 24-48 h, pero que es desagradable. Por eso nunca debemos pulir ni lijar un reloj de zamak.

- Níquel en baños superficiales: muchas piezas de zamak llevan un recubrimiento niquelado, y ese sí puede dar alergias cutáneas en personas sensibles.

Resumiendo: el zamak en sí no es tóxico si lo usamos como corresponde (manillas, cerraduras, adornos). Lo que no es buena idea es: cocinar con él, chuparlo como si fuera un caramelo, o trabajar con su polvo sin protección.

Un detalle curioso: los juguetes metálicos de los años 60-70 hechos de zamak, si no estaban bien protegidos, podían liberar metales y por eso ahora la legislación limita mucho su uso en objetos para niños pequeños.

¿En Europa está permitido el zamak para los relojes?
En Europa está permitido y de hecho es muy popular en relojería (sobre todo en gamas medias y bajas). La razón es bastante prosaica: el zamak es barato, fácil de moldear y da una sensación de solidez metálica sin costar lo que cuesta el acero inoxidable.

Los motivos principales de esto son:

- Moldeo a presión: el zamak se inyecta en moldes con gran precisión, lo que permite fabricar cajas de reloj con formas complejas y buenos acabados a bajo coste.

- Peso “agradable”: da sensación de “reloj robusto”, a diferencia del plástico, que se siente ligero y barato.

- Acepta bien recubrimientos: normalmente no vemos zamak “puro”, sino niquelado o cromado para darle brillo y resistencia a la corrosión.

Ahora, el lado menos bonito de la historia: El zamak no es tan duradero como el acero inoxidable. Puede corroerse con el tiempo, sobre todo si el recubrimiento se daña (esto es lo que se llama “zinc pest” o peste del zinc: la pieza se hincha y se agrieta).

Si se raya o desgasta el recubrimiento, el zamak desnudo debajo se ve feo y se degrada rápido.

En Europa lo que sí está regulado es el uso de plomo, cadmio o mercurio en aleaciones para consumo o contacto prolongado con la piel. El zamak no lleva esos metales, por eso pasa las normas.

Lo único vigilado es la liberación de níquel en piezas que tocan la piel, como relojes, bisutería o gafas. Hay un límite legal de migración de níquel (0,5 µg/cm²/semana).

Por eso muchas marcas baratas usan zamak: cumple las normas, da aspecto metálico y cuesta menos que el acero. Pero a largo plazo, un reloj de acero inoxidable siempre será más resistente, hipoalergénico y duradero.

Comparativa entre el zamak y la resina endurecida de Casio
En relojes de gama baja y media lo habitual es justo eso: caja de zamak cromado o caja de resina endurecida (plástico reforzado). 

Zamak:
- Sensación al tacto: frío, metálico, da sensación de “más reloj” por el peso.

- Peso: relativamente pesado, lo que gusta a algunos porque transmite solidez, pero puede ser incómodo en relojes grandes.

- Resistencia a golpes: frágil comparado con la resina. Si recibe un golpe fuerte, se abolla o se deforma.

-Corrosión: si se raya el baño cromado/niquelado, el zamak desnudo puede corroerse, hincharse y deteriorarse con los años.

-Durabilidad: decente en uso normal, pero a largo plazo es menos fiable que el acero y peor que una buena resina en ambientes hostiles.

Resina endurecida (resinas epoxi o poliamidas reforzadas, como usan Casio y otros):

-Sensación al tacto: ligera, cálida, menos “noble” que el metal, se percibe como plástico aunque sea de calidad.

-Peso: muy ligera, ideal para relojes deportivos o de uso diario sin que molesten.

-Resistencia a golpes: altísima, absorbe impactos sin deformarse, por eso se usa en G-Shock, por ejemplo.

-Corrosión: no se oxida ni se hincha, aguanta muy bien sudor, agua salada, humedad, químicos ligeros.

-Durabilidad: mientras no se degrade por rayos UV (sol constante), puede durar décadas sin problemas.

-Alergia: hipoalergénica; prácticamente no da reacciones cutáneas.

En resumen:
-Zamak = estético, metálico, más “clásico”, pero con debilidad frente al tiempo, corrosión y alergias.

-Resina endurecida = ligera, súper resistente y práctica, pero menos elegante y con sensación de “plástico”.

Por eso se suele ver relojes de vestir baratos usando zamak cromado; y relojes deportivos o utilitarios con resina.

Resistencia a la exposición UV 
Los rayos UV no hacen nada directo al zamak, porque es metal y, por lo tanto, inmune. El sol no degrada el zamak como degrada a un polímero. El problema del zamak es químico y mecánico, no fotónico:

-Si el cromado/niquelado que lo cubre se daña, el sudor ácido, la humedad o la sal lo atacan y empieza la corrosión.

-El propio zamak, con el tiempo, puede sufrir “peste del zinc” (hinchazón y agrietado por impurezas en la aleación y humedad), pero eso es más un defecto de fabricación que de exposición solar.

En cambio, las resinas endurecidas sí son muy vulnerables a los UV:

-Se vuelven más quebradizas y pierden elasticidad con los años.

-Pueden decolorarse (el negro se pone grisáceo, los colores pierden intensidad…).

Aun así, con aditivos modernos anti-UV (como los que usa Casio), una buena resina puede durar 15–20 años expuesta al sol sin romperse, aunque visualmente se note el envejecimiento.

Comparando resistencia frente al sol, podríamos resumir:

Zamak: gana la partida, el sol no lo afecta directamente, lo que mata al zamak es el sudor + rayaduras que exponen el metal bajo el baño.

Resina endurecida: pierde frente a los UV a largo plazo, aunque con aditivos modernos aguanta muchísimo más de lo que la gente cree.

Resistencia frente a microorganismos
Aquí el comportamiento del zamak y resina cambia bastante:

Zamak (aleación de zinc, aluminio, magnesio y cobre)
No es alimento para bacterias ni hongos.
De hecho, el zinc y el cobre son metales con efecto biocida: inhiben el crecimiento de muchas bacterias y hongos en superficie.

Lo malo es que, si el recubrimiento se deteriora, la corrosión superficial (óxidos y sales metálicas) sí puede acumular suciedad y humedad, creando un microambiente donde prosperen colonias encima, aunque no “coman” el metal en sí.

Resina endurecida
La resina en sí tampoco es alimento (los plásticos son muy poco nutritivos), pero a diferencia del zamak, no tiene propiedades antimicrobianas naturales.

En condiciones húmedas, con sudor o restos orgánicos, puede colonizarse por hongos y bacterias superficiales (biofilm). Eso no degrada la resina, pero sí puede dar mal olor o incluso irritaciones cutáneas si no se limpia.

En exteriores, los rayos UV matan muchos microorganismos, pero en las partes protegidas (entre caja y correa, por ejemplo) pueden crecer igual.

Por eso los relojes “serios” (deportivos o de lujo) suelen ir a materiales más nobles: acero inoxidable, titanio o cerámica, que combinan durabilidad, resistencia a la corrosión y facilidad de limpieza.

¿...Y las resinas cromadas?
Las resinas “cromadas” de Casio (y de muchas marcas) no son metal: suelen ser resina metalizada al vacío (aluminio o cromo depositado) y lacada; más raro, algunas piezas plásticas llevan galvanizado Ni/Cr auténtico sobre ABS. Eso cambia el juego frente al zamak.

Cómo se comporta la resina cromada:

-Rayos UV: el cromado y su laca da cierta protección, pero la base sigue siendo resina. Con los años el barniz puede micro-agrietarse y amarillear. No “se pudre”, solo envejece visualmente.

-Desgaste: el punto débil es la capa superficial: roces con mesas, mochilas o ropa la desgastan/descascarillan (sobre todo en aristas).

-Corrosión: no hay; si se pela, queda resina mate, no óxido.

-Golpes: absorbe impactos mejor que el zamak.

-Alergias: normalmente hipoalergénica (no hay níquel expuesto; salvo raras piezas con galvanizado real mal sellado).

Veredicto
Para uso diario y sudor/sol/golpes: resina cromada antes que zamak. Estructuralmente aguanta mejor y no se corroe; debemos asumir que el “cromo” acabará mostrando desgaste en aristas con los años.

Para estética metálica barata en vestir ocasional: zamak puede verse más “metálico real” al principio, pero su vejez suele ser peor.

Si buscamos longevidad y solidez al envejecer: mejor resina “sin cromar” (mate o teñida en masa). Es la que menos problemas da a largo plazo.

Pero no hemos terminado... ¿Cuál de todos es más ecológico?
Ahí tocamos el nervio sensible: lo ecológico. Porque en relojes baratos (y no tan baratos) casi nunca se piensa en ello, y la diferencia entre zamak, ABS y resina Casio se nota mucho cuando hablamos de ciclo de vida y reciclabilidad.

Zamak
-Punto fuerte: es 100 % reciclable como metal. Se funde y se reutiliza indefinidamente.

-Punto débil: la mayoría de cajas de reloj de zamak están niqueladas o cromadas, y ese recubrimiento complica el reciclado, porque hay que retirarlo antes de refundir. 

-Huella inicial: fundir zamak consume más energía que moldear plásticos, pero menos que trabajar acero inoxidable.

ABS
-Punto fuerte: es un termoplástico, en teoría reciclable por fusión (lo mismo que con botellas PET, aunque a otra escala). También puede reciclarse químicamente en monómeros.

-Punto débil: en la práctica, el ABS de un reloj (pequeño, mezclado con metal, pintado o cromado...) casi nunca se recicla. Acaba como residuo normal o incinerado.

-Durabilidad: su envejecimiento rápido (UV, fragilidad) hace que muchos relojes de ABS tengan vida corta, generando más basura.

Resina Casio (PU/PC-ABS reforzado con aditivos)
-Punto fuerte: aguanta mucho más tiempo que el ABS, por lo que su vida útil es larga.

-Punto débil: muchos son termoestables (PU, urea-formaldehído...), y no se funden para reciclar. Acaban en vertedero o incineradora.

-Aditivos y estabilizantes: complican aún más el reciclaje. Básicamente, si se degrada, no se recupera.

Ejemplo real: cuando un G-Shock de hace 25 años se queda sin bisel ni correa, la caja de resina suele ser un residuo imposible de recuperar.

El rey absoluto en esto vuelve a ser, de nuevo, el acero inoxidable o el titanio: muy duraderos, totalmente reciclables y con menor impacto a largo plazo.

¿Cuál tiene menos impacto en el vertedero?
Si, como suele ocurrir, el reloj no se recicla y acaba en el medio ambiente, aquí toca diferenciar persistencia y toxicidad. Por ello, si hablamos de daño ambiental directo:

Zamak
-Oxida lentamente, formando óxidos de zinc y cobre.

En cantidades normales de un reloj, esto no es muy peligroso para el suelo o agua; el riesgo de contaminación es bajo.

Aunque su persistencia en el ambiente es alta (es un metal), sigue existiendo como metal pero no libera microplásticos ni químicos peligrosos adicionales.

ABS
No se oxida, pero se fragmenta en microplásticos con el tiempo.

Estos microplásticos son problemáticos porque:

-Se dispersan en suelos y aguas.

-Pueden ser ingeridos por animales.

-Se acumulan en la cadena alimentaria.

Persistencia muy alta: los microplásticos no desaparecen, solo se fragmentan más y más.

Resinas de Casio
Muy parecidas al ABS en términos ambientales. Se fragmentan lentamente y sus microplásticos son muy persistentes.

Puede contener aditivos, pigmentos, estabilizadores UV que no son biodegradables y pueden contaminar más que el ABS básico.

Conclusión práctica
-Zamak: menos daño ambiental directo, aunque permanece como chatarra, no se vuelve tóxico.

-ABS y resinas: más daño ambiental potencial por microplásticos y aditivos, y elevado peligro de acabar en la cadena alimentaria.

Si el objetivo es el mínimo impacto ambiental al desechar, el metal reciclable (zamak o acero) es mejor que los polímeros, incluso si dura menos estéticamente.

Si nuestra preferencia es minimizar el daño ambiental, la prioridad deja de ser “resistencia a golpes” o estética, y pasa a ser reciclabilidad y no generar microplásticos.

Si lo que buscamos es el material barato pero que a la vez haga menos daño al planeta, el zamak es claramente mejor que el ABS o la resina de Casio. Aunque pueda oxidarse o picarse con el tiempo, su potencial de reciclaje y la ausencia de microplásticos lo hacen más ecológico.

Si luego se envía a reciclaje, el impacto ambiental se minimiza casi al cero.

Los polímeros (ABS o resinas) solo superan al zamak si hablamos de vida útil extremadamente larga sin reemplazos, pero a la hora de desecharlos, generan contaminación mucho más problemática.


1.18.2021

Motos en miniatura hechas con piezas de relojes



Quizá porque estoy en medio de un proyecto de miniaturas, me ha llamado poderosamente la atención la afición de este señor brasileño, de nombre Zé Pfau (link a su Instagram) que he conocido a través de una entrevista que acaba de conceder a la publicación especializada Relógios & Canetas ("Relojes y Estilográficas"). Me quito el sombrero ante este señor y lo que es capaz de hacer porque si os fijáis atentamente a cada una de las miniaturas (se ha especializado en motocicletas) están hechas... ¡Con piezas de relojes!

Así es: los neumáticos son armis, las llantas fondos y tapas de cajas, los motores piezas de los movimientos, los sillines, trozos de cuero de las correas,... Todo, absolutamente todo, lo ha hecho sacando piezas aquí y allá de relojes, y uniéndolas con su imaginación, hasta crear estos increíbles modelos de motos en miniatura de todo los estilos y tipos: naked, custom, sidecars...

12.24.2014

Cuento de Navidad: "Once mil ciento veinte y cuatro, AC"


Son más de veinte años los que llevo aquí. Día tras día la misma rutina, las mismas tareas realizadas en el mismo orden y de la misma forma. Aquí no hay noche ni día, me levanto cuando suena la alarma del reloj: son las ocho y media de la mañana. Y me acuesto cuando suena la otra alarma: las diez y media de la noche. Me pongo en pie y hago la tabla de ejercicios que tengo pegada a la pared de plástico, ya amarillenta, pero no necesito ni mirarla. Sé todos sus ejercicios de memoria, y los hago de manera casi robótica. Brazos, espalda, piernas, cuello... una serie de abdominales y luego ducharme con unos pocos litros de agua, contados y muy bien administrados. Aquí el agua es muy valiosa. A continuación reviso los niveles de energía, hago los chequeos diarios de los sistemas informáticos, bastante sencillos, y procuro no encender demasiado la iluminación para no saturar la vida de las baterías. La justa para poder leer algún libro en el lector digital de la cápsula. En esos momentos aprovecho para acercar mi reloj de Casio a la lámpara, y que sus células solares alimenten a su acumulador. Es lo único que me he traído de la Tierra. Cuando partimos solo podíamos elegir equipaje personal por no más de 250 gramos y, por supuesto, nada que emitiera radiación. Descartados teléfonos móviles u ordenadores personales, cuadernos o libros (pesan demasiado), yo me incliné por solo tres cosas: una tarjeta de memoria con libros, fotos y recuerdos, un póster de la catedral de Chartres, y mi fiel reloj Casio WVA-400.

El póster de la catedral de Chartres me aporta la luz y la inspiración que en este pequeño cubículo sabía no encontraría. Fue un consejo de mi padre, y que le agradezco cada mañana, cuando abro los ojos y lo miro, cada vez más. Al principio no creía que fuera algo tan importante: el espectáculo de ver girar y pasar a la Tierra una y otra y otra vez me parecía demasiado sorprendente como para que nada me entretuviera ni captara mejor mi atención. Pero luego de cinco, ocho, diez años aquí mirando siempre el mismo planeta girando suspendido sobre el fondo negro uno puede acabar loco.

8.14.2018

De plásticos, pilas y baterías


José Naranja me preguntaba el otro día por qué no le cambiaba sin más la pila a mi LDF-10 y volvía a utilizarlo. Y tiene mucha razón, esa sería una muy buena solución, pero las razones por las que no lo haga son varias.

Una de ellas es que, aunque el coste de una pila sea minúsculo, no tiene sentido gastar dinero en un reloj que apenas voy a utilizar, tan sólo muy de cuando en cuando. Es un derroche inútil.

7.28.2012

Relojes mecánicos VS relojes de cuarzo


Sé que esa dicotomia es casi tan antigua como el propio cuarzo, y que, por mucho que se defienda ciegamente una u otra tecnología, siempre habrá personas que crean que su decisión sobre un tipo de reloj frente a otro es la mejor y más lógica. Pero no es nuestra intención entrar en controversias de ese estilo, sino simplemente exponer los pros y contras de cada tipo de reloj para que, luego, cada uno saque sus propias conclusiones, teniendo en cuenta lo que le gusta, lo que necesita y lo que busca.

Por eso vamos a dar los puntos claves para tener razonamientos y base fundamental que nos facilite la decisión, si es que aún alguien está dudando, de qué tipo de reloj le satisfará más.

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