Muchas personas, con razón, miran con preocupación hacia el futuro. El panorama que dejará todo esta pandemia que nos asola no es difícil de digerir, ni quizá siquiera de imaginar. Muchos negocios se irán a la bancarrota, otros cerrarán sus puertas, y con ello la lista de personas desempleadas, pobres y empobrecidas, será -ya lo está siendo- abrumadora.
Se acabaron, pues, los gastos superfluos. El entrar en una relojería y pedir un modelo de lujo suizo como un niño pide un caramelo en un quiosco. Quizá este sea terreno propicio para el renacer de una estrella: el F-91 de Casio. Volverá a ser, seguramente, el "reloj refugio" para mucha gente que no puede adquirir nada más. Ese reloj de calidad, que lo da todo y que casi no pide nada a cambio. Y también, por supuesto, terreno propicio para los W-59, F-105, F-201... W-800, W-96...