Cada vez se ven más bolsos especiales y carteras que aíslan del electromagnetismo y de los lectores electrónicos lo que llevemos en su interior. Son muy útiles para tarjetas de todo tipo: de banco, de transporte, para chips NFC... Son las conocidas como carteras o fundas con protección RFID, y también con protección a objetos con imanes.
Ya que, en nuestra sociedad de la tecnología, el magnetismo está por todas partes, si llevas un reloj mecánico tienes muchas posibilidades de que su pequeño desajuste se deba a este tipo de influencia magnética. Y es que los relojes mecánicos no se llevan nada bien con los dispositivos electrónicos, al fin y al cabo - reconozcámoslo - proceden de unos tiempos y una época muy diferente a la nuestra, donde no era nada habitual estar en la presencia de un imán, mucho menos de potentes baffles, o de los campos electromagnéticos generados por todo tipo de instrumentos, tecnología de superconductores, escáneres, y máquinas eléctricas que nos rodean por doquier.