En mi mochila llevo un Uni-Ball Eye de tinta líquida. La razón es sencilla: cuando necesito hacer una nota rápida, ese instrumento siempre está preparado para escribir. Con un bolígrafo convencional uno tiene que "arrancarlo" haciendo garabatos hasta conseguir que escriba. No ocurre eso con las tintas líquidas.
En cuanto a relojes, supongo que todos buscamos uno que sea también rápido y fiable. Que al echarle un vistazo para ver la hora en él veamos eso: la hora, y no nos encontremos con sorpresas desagradables. Que a veces ocurre. Con los AE-1200, W-202 o F-201 me pasaba eso a menudo. Sus pulsadores van tan suaves que, sin querer, puedes cambiar de modo al ponerte una chaqueta o al realizar cualquier tarea manual. Cuando vas a ver el reloj, tienes que estar unos segundos pensando en qué modo está, al encontrártelo en cualquier otra pantalla fuera de la principal.