Desde 1990 han sido casi todos estos años ininterrumpidos llevando un Casio en mi muñeca (y esporádicamente desde 1981, con cambios entre Citizen-Casio). Veintiséis años en total. Se dice pronto. Es una vida.
De manera que como clientes fieles de Casio somos más conocedores de la marca y unos críticos más legítimos que muchos de los que trabajan en Casio. También somos, por supuesto, más meritorios embajadores que todas esas estrellas del cine y "del porno" que se han subido al carro pero que, en cuanto pueden o tienen la más mínima oportunidad, se van por cualquier otra marca. Hablo, por supuesto, de gente de Hollywood, pero también de pilotos y "patineros".