Hablar del Casio F-91 es hablar del módulo 593, uno de los más populares y, sin lugar a dudas, uno de los que más variantes de relojes han montado en Casio. Creo que hasta su propo fabricante debe haber perdido la cuenta de los millones de este tipo de módulos que ha montado.
Cuando era pequeño mi F-91 era todo un misterio. A pesar de que, con el paso de los años y tras haber profundizado en incontables módulos de Casio, ahora me sé ese tipo de módulos (y sus derivados, como los 1275 y 1572 que montan los modelos con EL, como el F-105) al dedillo. Pero en aquel tiempo temía pulsar cualquier botón sin querer y salir de la pantalla principal. No digamos ya si me daba por iniciar el cronógrafo, porque me asustaba no poder pararlo ni saber resetearlo. Por fortuna es un módulo tan intuitivo que, aunque no se haya leído el manual, enseguida uno aprende a ver cómo funciona.