Hay mucha gente con esa curiosidad, la de saber si su reloj se fabricó en los años ochenta, en los noventa, o en la década del dos mil... Puede parecer algo de poca importancia, pero cuando eso supone cambios en los calendarios, en la iluminación, e incluso en la autonomía de la pila, la cosa cambia bastante.
Por ejemplo, hay modelos que salieron en la década de los ochenta (los DB-520, sin ir más lejos) con iluminación de microbombilla, y en la década del 2000 Casio les introdujo LED. Otros modelos, como los W-720, pasaron de tener cristal mineral a cristal de resina, y otros, como los DW-5600, pasaron de tener un calendario automático hasta el año 2039, ha tenerlo hasta el año 2099. Así que, como ves, es bastante importante conocer de qué época es nuestro reloj. Y estos son solo unos ejemplos, hay muchos más, como reediciones (el F-91 tuvo unas cuantas) y cambios de exterior (de ser modelos cromados, pasaron a ser de resina pintada en plata o en dorado).
Un sistema para dar con la fecha de fabricación (no con la fecha exacta, sino para averiguar si es el modelo anterior o es la actualización) es el módulo. Cuando Casio cambia "algo" del módulo, normalmente cambia su numeración, pero cuidado, porque no es siempre así. A veces cambia de sistema de iluminación, o de calendario, y el número del módulo se mantiene tal cual. También muchas veces cambia de tecnología, incorporando componentes de plástico en lugar de partes de metal, y el módulo se mantiene con el mismo sistema de identificación (obviamente internamente no es así).
Así que el módulo no nos garantiza totalmente su antigüedad (o su modernidad). Existe otra manera que sí es más segura: la etiqueta. En concreto, el código de barras grabado en ella. Ese código nos informa del modelo y de su nueva actualización, y si el código no corresponde con el difundido por Casio, es que es es anterior (o posterior) a él. También, además, nos permite conocer mejor el lugar de procedencia del reloj y el mercado al que inicialmente iba destinado.
Casio siempre suele ofrecer a los distribuidores un sistema de códigos para consultar los modelos, y prácticamente desde el año dos mil hasta ahora no hay modelo que no los tenga, y suele ser muy fácil de localizar. Como ejemplo puedes ver el código de barras de un F-105 de distintas épocas, que te mostramos aquí.
De manera que, aunque sea para futuras referencias y para asegurarte, siempre que vayas a una tienda a adquirir tu reloj, no dejes en ella ni arrojes a una papelera por el camino la etiqueta del mismo. Es más importante de lo que crees.
| Redacción: ZonaCasio.com
Estaría bien saber interpretar las franjas de los códigos, saber a qué corresponde cada dígito.
ResponderEliminarLas franjas son numeros binarios, 0 y 1
EliminarMuy interesante, gracias!
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