"Dos mejor que uno", se suele decir, pero ¿ésta máxima es válida también en relojería? Si tanto apreciamos nuestro reloj, nos agrada y nos parece útil, ¿es recomendable adquirir dos? Bueno, eso demostraría una cosa: que realmente ese reloj nos gusta. Pero, ¿sería práctico? ¿O simple deseo de acaparar?
Es cierto (respecto a esto último, lo de acaparar) que el ser humano es muy proclive a verse afectado por el síndrome de Diógenes. Lo vemos a diario en todo tipo de programas de televisión, y en reportajes en revistas y blogs: gente que empieza "coleccionando" y acaba recolectando cualquier cosa y llenándose de basura. Lo más curioso es que algunos creen tener un tesoro donde no hay más que porquería.