Nuevos Baby-G "con flotador"

La verdad es que a mí me ha hecho gracia ver esa especie de "condón" que les han puesto los de Casio a sus nuevos Baby-G BGD-10, qué queréis que os diga... Sin embargo ellos le han visto su utilidad (todo sea por tratar de vender uno de esos relojes) ofreciendo ese... "globo" que te permite llevar el reloj sin temor a golpearlo ni a que se sumerga en el agua. Lo cual resulta irónico que un reloj, que supuestamente (o así nos lo venden, vaya) aguanta y resiste todo tipo de golpes, impactos y el duro trato en cualquier situación, tengan sin embargo que rodearse de un "paracaídas" que ni al vendedor más desesperado de AliExpress se atrevería ofrecer. O igual esto acaba poniéndose de moda, vaya usted a saber.

No obstante, de eso de "las modas" permitidme que lo dude, más que nada porque Casio lo lleva intentando desde hace meses (¿recordáis las trabillas "personalizadas" de los BGD-565? Pasaron por el mercado sin pena ni gloria) con diferentes asuntos, y ninguno ha triunfado. Pero como el público es tan raro, igual hacen de este globito un superventas.




Aún así, últimamente en Casio son expertos en lograr que nos compremos resinas y gomas de tienda de chinos a precio de accesorio de Rolex, y esto tiene pinta de ser otro capítulo de ese mismo cuento. Y eso que el reloj como tal tiene su encanto, con un display totalmente en dot-matrix (nos alegramos de que a los de Casio no se les haya olvidado hacer algo así), y displays invertidos y a color, que hacía lustros que tampoco se veía en los relojes de los nipones.

Inicialmente habrá cuatro variantes, todas con ese "cachivache" colgante de regalo (bueno, no "de regalo", que lo harán pagar y bien), dos de ellas en negativo -pero a color, insistimos- y dos en positivo. El "globo sonda" ese a "desjuego" (y no a juego, porque los colores elegidos para combinar, por desgracia, no pegan ni con cola) tendrá una vida tan caduca como el bisel de un G-Shock de edición limitada, pero ¿a quién le importa eso, verdad? Seguramente a las potenciales compradoras de estos nuevos BGD-10 no.



Como decimos, habrá cuatro variantes inicialmente a la venta, "para probar" el trasto: la BGD-10K-2ER en azul, la BGD-10K-4ER en rosa, la BGD-10K-6ER en violeta, y la BGD-10K-7ER en blanco. El reloj incluye un sistema de extracción rápida de bisel, quedándose tan solo la caja -de resina- y el módulo aparte -a imitación de las smartbands chinas que se les quita el módulo en una pastilla, quedando solo la silicona..., de quienes parecen haber tomado la idea en Casio- y ofrece alarma, señal horaria y zona de fecha con "animacioncitas". El módulo como tal es muy chulo, y se agradecería tener algo así en Collection, pero todo lo demás es bastante ridículo. No nos engañemos: si este reloj hubiera aparecido hace un lustro, lo hubiese "petado", pero hoy en día estas cosas ya no sorprenden a nadie (y menos aún a las jovencitas a las que trata de sorprender Casio). Eso sin olvidar que, como buen Baby-G, su pila anda bastante escasa también de autonomía, llegando tan sólo a los 3 años.

En resumen, estamos ante un reloj con un módulo muy sugerente, con un diseño del mismo fenomenal, pero rodeado de algo que no se sabe muy bien qué le aporta y, sobre todo, en una gama donde nadie lo va a agradecer. O casi nadie.