Así de expeditivo, pero así de duro y real: no te compres cromados. Os lo hemos dicho y repetido un millón de veces: nada de cajas cromadas. No seáis bobos. No os dejéis engañar ni sobornar. Porque si la gente supiera cómo quedan con el uso, se lo pensarían dos veces en adquirir este tipo de reloj que es caro, y muy nefasto en sus acabados. De hecho, podría decirse que antes tenían cierto sentido, al fin y al cabo los cromados eran relojes con un recubrimiento brillante, que simulaba al metal, pero infinitamente más baratos que la caja de metal, y que Casio comercializaba casi al mismo precio que un resina. Por ello, te llevabas un reloj muy llamativo y elegante a precio de resina. Y podías salvar el día y "dar el pego por cuatro pesetas".
Pero hoy esto ha cambiado radicalmente. Ya con la línea Collection prácticamente extinta (sustituida en casi todos los países por Standard, y con unos escasísimos modelos en venta), todo el protagonismo se lo lleva ahora la nueva línea Vintage que, esa sí, está inundada de cromados hasta un nivel apabullante: B650, A700, una infinidad de A168, A158..., sin olvidar, por supuesto, los nuevos A100 y A171 todos ellos, claro, con bonitas y lustrosas cajas cromadas. Que son como un "quiero y no puedo", una simple apariencia sin nada detrás.