Nos estamos haciendo viejos y cada vez la presbicia va haciendo de las suyas, afectando -quien más o quien menos- a nuestra vida cotidiana cada vez con mayor notoriedad. Los F-91 que vestían antes nuestras muñecas en la juventud se están quedando cada vez más arrinconados, porque nos damos cuenta que ya no nos resultan tan cómodos. Eso a pesar de que -antes, y ahora- es mucha la gente anciana que los llevan. Pero tanto para nuestra vejez futura, como para los que la están viviendo ahora, Casio tiene la solución. Y tiene un nombre: W-217.
El caso es que el reloj no deja de ser una especie de F-108, aunque su módulo es nuevo (el 3454), pero reconocerás conmigo que en el display se parecen mucho (aunque insisto: no es el mismo). Éste reloj (llamado a ser otro de los superventas de Casio, verás por qué) tiene un parecido innegable con los F-91, acertadísimamente Casio ha cogido el F-91 y lo que ha hecho ha sido mejorarlo en un reloj más grande, con mejores dígitos, con esa estética tan preciosa de caja cuadrada (u octogonal, si se quiere ver así) y con una resistencia al agua de 50 metros (no olvides que es un W, ya no es un "F").