Lo primero que llama la atención cuando uno mira con detenimiento el Casio W-737, es la llamativa disposición de sus pulsadores, en la esquina, bien protegidos por una cubierta cuadrangular en forma de tubo, muy parecida - estéticamente hablando, claro - a las pipeline de los Core Guard, y texturizados para que, si los pulsas con guantes, el dedo no deslice. Los cuatro conforman una especie de "equis" en torno a la caja del reloj, dotándole de un aspecto futurista y de marcado carácter, tan propio en Casio. Su imagen, por tanto, es inconfundible y se identifica al primer golpe de vista.
Casio parece haber querido aunar en estos modelos todo lo que puede ofrecer en un digital clásico respecto a sus contadores. Podemos decir, en esencia, que los W-737 disponen del cronógrafo y del temporizador más completos de entre los modelos "no-smartwatch" de Casio. Tanto es así que parecen haberse quedado sin iconos, y han prescindido incluso de la función de pulsadores silenciables (que incorporan la mayoría de los módulos nuevos), para pasarle ese icono a la función de ritmo o señal audible de su temporizador y cronógrafo. Y por eso también necesitan cinco pulsadores (y no los cuatro habituales), porque uno de ellos se utiliza para la configuración de contadores.