Uno de los aspectos que me parecen más interesante de los nuevos W-737, es que está hecho de la forma tradicional en la que Casio solía fabricar antaño sus digitales "no G-Shock": con un bloque compacto de resina. En el W-737 no existe un bisel como tal que se separe, ni tiene ese desastroso formato tipo sándwich con varias capas y bisel de resina pegado (o atornillado) que tanto suele usar Casio últimamente, y del que tanto nos hemos quejado (por sus innumerables defectos) en esta publicación. Todo lo contrario: la caja del W-737 es una única y compacta pieza de resina dura y robusta, con salientes en el frontal, y en la que van esculpidas en el propio cuerpo incluso las "pipeline" de los pulsadores. Es decir, no hay espacio de separación ni posibilidad de que se desprenda ninguna pieza, ya que todas forman el mismo bloque.
Otro interesante detalle es que, aún siendo una única pieza, su caja es muy compleja, con formas y detalles por su cuerpo, e incluso por la parte inferior, en donde la tapa metálica de cierre se encuentra "incrustada" en un perfil que dibuja la propia caja en su superficie.
Las "tuberías" de los pulsadores, que hacen de protector y envuelven a los mismos, no están totalmente cerradas, poseen sutiles hendiduras de presión libre.
Por si todo ello fuera poco, todas las leyendas se encuentran protegidas bajo el cristal, así que no corremos peligro de que se borren por el roce con el tiempo. Solo dos no lo están, y una de ellas, la del pulsador "Light", se encuentra grabada en el propio pulsador. Así, únicamente "Illuminator", en la parte superior del saliente que hace de protector en el bisel, se encuentra serigrafiada.
No hay posibilidad, por tanto, de que nada en la caja se despegue, se suelte o se desatornille, excepto - obviamente - el propio cristal. Sus pulsadores, de generosas dimensiones, son fácilmente reconocibles al tacto, con una rebaja en el reborde en su parte inferior para facilitar su pulsación, permitiendo un mínimo recorrido sin que el pulsador llegue a presionarse del todo.
En la parte inferior, un borde labrado en la caja ofrece soporte extra a la cubierta de cierre.
En su construcción es, pues, un reloj de la escuela más tradicional de Casio, en donde no hay piezas sueltas, que se desprendan o que requieran cambiarse. Casio lo define como un reloj de su línea "sport" para usuarios activos, muestra de ello es su resistencia al agua, de 100 metros (que se muestra en la máscara y usando el término más típico de metros, y no de bares, como suele hacer el fabricante nipón en otros modelos desde hace un tiempo), y su perfil de marcado carácter y personalidad, que inspira robustez y sugiere durabilidad, aún con un trato rudo. A eso hay que unirle la autonomía de su enorme CR2025, de 10 años, y su gruesa pero cómoda correa, con sistema de retención de trabilla, que no suele ser habitual de ver en los relojes de estos precios en Casio.
Es, por tanto, el W-737 un modelo lleno de virtudes, y con una construcción en donde se favorece de un diseño "a lo tanqueta" suficientemente probado y fiable.
La leyenda del pulsador no es serigrafía, son letras marcadas y grabadas, luego pintadas, sobre la superficie.
El pulsador de la iluminación también nos ofrece el detalle de incluir unas líneas marcadas, texturizadas, sobre su superficie, para identificarlo al tacto mejor y reducir la posibilidad de que el dedo deslice.
| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com
Definitivamente un reloj que hay que comprar por su calidad y porque Casio está enderezado el rumbo.
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ResponderEliminarUn tipo de construcción que hacía tiempo que no veíamos. Me recuerda mucho a la del HDD-S100. Ojalá que en Casio continúen así.
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