Es una auténtica lástima que el 30 aniversario de G-Shock coincida con un año tan trágico para la economía. Obviamente, todos nos sentimos contentos y felices por poder llegar a celebrar esa fecha tan señalada, pero si ésta hubiera coincidido en otros tiempos, seguramente Casio se hubiera alegrado más (por el aumento de sus ventas), y sus seguidores también.
Ya con ocasión del 25 aniversario se notó una actitud diferente, con cierto desasosiego por tener que, para muchos seguidores, disfrutar de piezas de renombre simplemente en fotos o a través de algunos -las tiendas más afortunadas - escaparates.
Pero el mundo es muy grande y Casio es una multinacional, lo que no vendan aquí probablemente lo vendan en otras partes (en las llamadas "economías emerguentes", tan en boca de todos en estos tiempos, por ejemplo). Hay indicaciones muy claras de esa corriente. Casio ha estrenado hace poco tiempo sus
sites oficiales para Vietnam, Corea o Tailandia. Las páginas de G-Shock en los poderosos países asiáticos se actualizan casi cada mes, y sus secciones de suscripción funcionan a toda máquina. Sin embargo, y mientras tanto, las antaño páginas centrales de G-Shock o Baby-G en América Latina, languidecen. En muchas ocasiones da pena verlas, con noticias cuya última referencia es del año 2011 o incluso 2010. Parecen totalmente abandonadas por Casio, dando una tremenda imagen de desolación. Y en España no vamos mucho mejor. Llamativo fue el caso del pasado 18 de Febrero, cuando los
community manager contratados para mantener actualizado el Twitter de Casio lanzaron tranquilamente que el GA-1000 era el primer G-Shock con brújula. Será que nos hemos perdido algo, o que la brújula de los G-9300 o DW-9800 era "de mentirijilla". Pero eso, fuera de la anécdota, es un mal menor. Al fin y al cabo ya estamos bastante acostumbrados.