Hace no muchos días, a nuestro correo nos llegó una nota de prensa bastante curiosa. Hablaba de un nuevo producto destinado a componentes y dispositivos electrónicos que era capaz de recuperarlos sin problemas, y que era casi seguro al cien por cien. La mayoría de nosotros, que amamos nuestros relojes y tenemos un modelo preferido que cuidamos y mimamos, no les hacemos prueba de estanqueidad alguna con el cambio de pilas (es decir, verificar que siguen siendo totalmente sumergibles o resistentes al agua, según sea el caso) o con el mantenimiento habitual (engrase de juntas, limpieza...). De modo que, si por accidente o descuido, un día le entrara agua en su interior, podríamos quedarnos de pronto sin nuestro preciado reloj. Ante esta tragedia podemos vernos tentados a gastar nuestro dinero en recurrir a un kit de estos que anuncian, en donde te aseguran la recuperación de los elementos dañados por el agua.
Por fortuna muchos de los relojes de Casio no son sólo resistentes al agua, sino que en su construcción y diseño se ha tenido ésto tan en cuenta que, aunque les entre algo de agua, con una simple limpieza pueden recuperarse. No hablemos ya de los G-Shock, que aguantan frío, barro, y condiciones extremas. Pero aún así siempre nos podemos encontrar con el peligro de que les entre agua.