Llega el verano, hace calor, el tiempo nos invita a salir más de casa. Ver esos cielos azules y despejados hace que nos animemos para aprovechar nuestros relojes solares y "darles un buen chute" y así recargarlos. Con el sol "a toda potencia" puede ser el momento ideal para conseguir que las energías se recuperen y poder ofrecerle a nuestro acumulador un subidón de electricidad que nos asegure autonomía por unos cuantos meses.
Ahora bien, ¿estamos haciendo lo correcto, sacando nuestro reloj solar en esos días de bochorno donde el sol abrasador lo quema todo?