Cómo medir correctamente los pasadores de un reloj

No son pocos los aficionados, y bastantes relojeros incluso, los que tienen la costumbre de medir mal los pasadores. A pesar de ser esta una pieza que bastante a menudo nos vemos en la necesidad de sustituir, muchas personas ignoran la forma de medirlos correctamente. Las consecuencias de ello pueden ser graves, incluso pueden llevarnos a perder el reloj.

Pasadores que ajusten demasiado, hará que la humedad entre en su interior y, por consiguiente, su durabilidad disminuya, al dañarse el muelle. Si esto ocurre, el pasador puede soltarse. También se corre el riesgo que a la hora de sacarlos o meterlos podamos dañar la caja, o deteriorar los agujeros donde se alojan.




Si, por el contrario, están demasiado flojos, podemos hacer que la correa o el armis se suelte de improviso al ponernos o quitarnos la chaqueta, o al realizar movimientos brusco, o tropezar con algún elemento inconscientemente. También podemos dañar el propio pasador, torciéndolo, hasta el punto de que se acabe soltando solo.

Por eso es muy importante, casi diríamos de vital importancia, elegir el pasador correcto, y pedir las dimensiones específicas cuando vayamos a adquirirlo, teniendo en cuenta además que el precio de los pasadores suele ser el mismo, independientemente de su tamaño. Y, para ello, tenemos que saber cómo medirlo.


Para esto hay dos formas:

1: Con el pasador antiguo.
En este caso mediremos la longitud del pasador desde su parte central, ignorando las puntas retráctiles y los extremos del reborde de empuje o compresión. Para ello podemos hacer uso de una regla milimétrica (los pasadores, siempre, se miden en milímetros) o, en su caso, de un medidor específico para pasadores, el cual nos dirá la longitud del mismo gracias a las marcas grabadas en el instrumento. Podéis ver en las imágenes uno de estos útiles para relojero, muy prácticos.

2: Con el reloj.
La segunda manera de saber qué medida de pasador debemos elegir es mediante la caja del reloj, muy útil en aquellos relojes que encontramos sin pasador, o en relojes que adquirimos de segunda mano con el pasador incorrecto (también sirve para asegurarnos de que, en este caso, el pasador que lleve sea de su medida). También nos vendrá bien si queremos pasar de pasadores de bulbo (como los que montan los Casio F-91, W-59, etc.) a pasadores convencionales, más seguros y fáciles de sustituir.


Para realizar la medición, lo haremos entre asas, es decir, en el hueco que forman las asas, introduciendo en el mismo el útil específico de pasadores. Si no tenemos ninguna herramienta especial, también podemos usar una regla. Un truco es colocar el reloj sobre un papel y marcar la distancia entre asas con un bolígrafo de punta fina (los fineliners vienen muy bien en este caso). De esta manera nos será más fácil medir luego la distancia para saber qué medida de pasador necesitamos.

Con estos sencillos consejos te asegurarás el adquirir siempre el pasador adecuado para tu reloj y, así, poder disfrutar de él en las mejores condiciones y durante más tiempo, reduciendo con ello también el riesgo de perderlo o que se caiga al suelo y se dañe.



| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com