La historia humana está cargada de bonitos sueños que solucionarían de manera definitiva muchos problemas, pero los cuales jamás hemos visto popularizarse. Basta dar un paseo por Youtube para darnos cuenta de la cantidad de documentales que tratan esta problemática (muchos de ellos no dejan de ser teorías de "iluminados", pero si rebuscamos entre tanta paja descubriremos algunos con grandes dosis de veracidad). La relativamente corta historia de la era industrial ha dejado por el camino tremendas decepciones, ocultos intereses capitalistas y esfuerzos de gobiernos y/u oscuras instituciones por intentar cerrarles las puertas a inventores (e inventos) que fácilmente resolverían nuestras necesidades energéticas sin apenas coste para nuestro bolsillo.
Pocas -muy pocas- firmas han logrado esquivar y luchar contra ese maremagnum de intereses creados que ven amenazadas sus multimillonarias cifras de negocio. Desde los sueños de Nikola Tesla (apartado e ignorado durante décadas por los estamentos oficiales, silenciados sus escritos -tras su muerte el FBI se los requisó para que nadie pudiera hacerse con ellos- e incluso vilipendiado por la industria, que le tildaban de loco -a pesar de que toda nuestra sociedad actual se mueve con sus inventos-), hasta inventores anónimos de motores que se autoabastecen sin contaminar, o de componentes que maximizan el uso de la información y la distribuyen libre por el mundo.