Hay sitios en donde tienes que estar quieras o no, sobre todo cuando se es un medio público como éste. Admito que hasta ahora me había resistido, todo esto de l@s
influencers,
instagramers..., "promocionadores" y demás zaranjadas, no va conmigo. Ya veis, está nuestra página en Facebook con varios miles de seguidores (ya he perdido la cuenta, de hecho ya ni lo sé, pues hace mucho que no la visito), y ni siquiera entro. Varias cuentas rozando el máximo de 5.000, y tampoco me fijo en ellas. No es que esté en contra de esas cosas, sé que
hay que estar allí, pero si me dedico a ellas no podemos preparar reviews, reportajes, análisis, hacer pruebas y aportaros novedades, que es al fin y al cabo lo que interesa en estas páginas y lo que queréis ver quienes llegáis a ellas. Ya sé que
a nivel personal me sentiría mucho más henchido de orgullo si viera que tengo a millones de personas pendientes de una foto mía en Instagram -por poner un ejemplo-, pero honestamente, nunca perseguí la fama personal en este medio, sino ofrecerle al lector información y ayuda en la búsqueda de su reloj, y ayudarle a disfrutar más del mismo. Por eso jamás me preocupé en tener diez o un millón de seguidores, y ni siquiera, ya veis, en abrir una cuenta en esa u otra red social.
Pero llega un punto en el que esa información puedes también ofrecerla por otras vías, y que ese servicio se hace útil si también estás presente en otras páginas, aunque sea un poco testimonialmente. Por eso abrimos nuestro
canal de Twitter en su día, y por eso abrimos ahora
nuestro Instagram.