Desde hace algún tiempo llevo trabajando para hacer realidad una nueva publicación dedicada, en este caso, a un único modelo de reloj. Ya sabéis -lo he dicho alguna que otra vez- que esa es una de mis aspiraciones: escribir sobre un modelo y defenderlo. Centrarme, básicamente, en él.
La primera pregunta es obvia: ¿por qué Casio? Pues porque no hay una marca mejor. Casio -y Casio España-, con sus más y sus menos, y sus defectos, son de lo mejor que me he encontrado en relojería. Las otras marcas son infumables, y no solo porque Casio tenga -bajo mi punto de vista, y seguro qe también para la mayoría de vosotros- los mejores relojes, que los tiene, sino porque es una de las pocas marcas que quedan que merece la pena defender y de la que merece la pena hablar. Es una de las pocas que mantiene su historia, buena parte de su filosofía, e incluso sus modelos (ahí están los F-91 y F-84, sin ir más lejos).