Cuando "un pajarito" me sopló que iban a venir a España los nuevos Digital Two de Adidas, no pude evitar sentir de inmediato deseos de uno. Sobre el papel, los de Adidas nos ofrecían lo que ninguna otra marca -ni siquiera Casio- hasta el momento había hecho, y a un precio rompedor: robusta caja de acero macizo, cristal mineral endurecido, 5BAR de resistencia al agua, display con dos modos de pantalla de inicio, modo de 24 horas con etiqueta siempre visible, temporizador de 24 horas, cronógrafo de 24 horas... ¡uhau! ¡Y todo por menos de 100 €! Inevitable pensar de inmediato, y compararlo casi por obligación, con los antiguos Marlin de los ochenta.
Además, el módulo estaba realizado por Timex, y tratándose de Adidas, la calidad sería indiscutible. Pero, ¿estaría a la altura? ¿Sería ese digital tan deseado y soñado por muchos de nosotros, o se trataría de un truño más? Las dudas me corrían. Fue entonces abrir la caja, y quedarme absolutamente perplejo. Adidas no solo había hecho una magistral interpretación de un digital ochentero, sino que había ido mucho más allá.