Cada vez hay más casos de personas que pasan de ser "coleccionistas" a convertirse en "exclusivistas". Gente que, tras estar años y años dedicándose a adquirir relojes, invirtiendo no solo dinero, sino muchísimo tiempo, han decidido seleccionar únicamente unas determinadas piezas que les resulten más atractivas, por una u otra razón, y deshacerse de todas las demás.
Algunas lo hacen porque se han dado cuenta con el paso de los años que nadie de los que tienen a su alrededor sabrá valorar su colección, y que para acabar malvendida con modelos a los que ellos tienen mucho cariño siendo despreciados en "malas manos", prefieren ser ellos quienes elijan "buenos dueños". Son personas que realmente estiman sus relojes, y en las cuales prevalece su valor sentimental y su afán de que perduren por encima de los beneficios económicos. Pero este tipo de coleccionistas son los menos.