- Jorge, el último relojero Interesante reportaje aparecido en el diario mexicano
Vanguardia, donde uno de los últimos relojeros, Jorge, con nada menos que 80 años a sus espaldas, continúa reparando relojes en su pequeño taller. Según él, los precios de reparaciones tienen que ser caros porque ahora apenas hay clientes, y confiesa que hay días con solo 7 u 8 pedidos para reparar, pero otros en los que "no entra nadie". Culpa de su situación a las nuevas tecnologías, principalmente los smartphones que han ido sustituyendo a los relojes, así como a marcas como Casio que, señala, "hacen relojes para usar y tirar", pero imposibles de reparar si uno quisiera hacerlo. Según cuenta, la época dorada de la relojería llegó hasta los años 90, a partir de ahí ser relojero ya no es una profesión que merezca la pena, y de hecho sus clientes ya solo son los pocos ancianos que siguen llevando reloj, "o coleccionistas".
- Review de la Casio con biorritmos Alguna que otra vez hemos hablado de las curiosas calculadoras de Casio durante los años setenta y ochenta, donde, al igual que los relojes, tuvo lanzamientos muy imaginativos y llamativos. Uno de ellos fue el de la Casio Life Cycles (la Casio "Biolator", menudos nombrecitos se sacaban de la chistera los cachondos de Casio..., cuidado chicas si os quedáis con ella a solas), la cual era capaz de "predecir" los biorritmos. Venía en un cuidado embalaje con manual, un completísimo libro de explicación de los biorritmos, las pilas (de la propia Casio además, ¡y sin abrir!), funda para transporte.., y por supuesto la calculadora. Un interesante
vídeo para recordar tiempos pasados.