Cuando he visto el álbum de cromos de "La Guerra de las Galaxias" en la imagen de
Tomás Fernández, me he quedado alucinando. Y es que si todos los que vivimos los ochenta tenemos algo grabado en la memoria de esa mítica película es, precisamente, esa imagen, con el fondo de la Estrella de la Muerte y Darth Vader. Y no desmerece para nada a la que está al lado, de Superman, otra imagen icónica con Christopher Reeve en el papel que le diera fama mundial, y que estuvo un tiempo viéndose por todas partes (en aquella época, muchos de vosotros lo sabéis muy bien, una película de cine tenía más circulación en cartelera y mucho más recorrido que ahora, en donde prácticamente al mes o dos meses de estrenarse, ya está totalmente olvidada). Geniales recuerdos como geniales son los relojes que vemos en primer plano, unas auténticas bestias de digitales con caja de metal -¡y roscada, en las variantes metálicas!-, de aquellos "multi-graph", y encima de, entre ellos, lo mejor de lo mejor (con el permiso de los "graph" de G-Shock, claro, entre los cuales destacaríamos el DW-5900 y su precioso "revival" actual), ni más ni menos que el Quattro Graph (DW-7300, ahí es nada, con una preciosa NATO, por cierto), y parémonos aquí que esto son ya palabras mayores: el Penta Graph (DW-7200); Casio "rizó el rizo" con él, y de hecho no llegó a sacar nada más complicado en grafismos - con permiso de los GM de juegos, claro -, encima en un display auténticamente brutal, fijaros sino en que toda la información (incluyendo día de la semana de tres letras) aparece en el display central, y reunida toda en el mismo bloque, dejando el resto de espacio para los "graphs". En serio, parece el display digitalizado de un cuadro de mandos de una nave espacial de otra dimensión. Estos dos modelos son tan cotizados ahora mismo que casi mejor ni se moleste nadie en buscarlos por eBay o por sitios parecidos, porque lo que piden por ellos no es moco de pavo, precisamente. Siento haberme extendido con ellos, pero es que la ocasión lo merecía, y por supuesto darle las gracias a su propietario, Tomás Fernández, por permitir que todos los disfrutemos y, a la par, traernos tan gratos recuerdos con ellos.
Otro guiño más a los ochenta con
Víctor, que en este caso nos deleita con el famoso CA-53 que lo convirtiera en archiconocido otra película inolvidable, Regreso al Futuro, con el - por supuesto - no menos mítico DeLorean. Lo hemos elegido como cabecera esta semana porque, tratándose de todo lo que ha inspirado este modelo, de su longevidad y que aún se siga comercializando, y de toda la historia que tiene detrás (tanto el Casio CA-53, como la película, como el propio auto), merece por derecho propio un sitio destacado. Además, ¡está el coche en miniatura! Y un DeLorean es mucho DeLorean!
Marcelo Luis nos cuenta por su parte que dio en una tienda con un Casio MTP-1220 NOS, sin pila, y que lo rescató tras pasarse bastante tiempo en espera de un dueño (teniendo en cuenta que la pila es de diez años de duración, es de suponer que en torno a ese tiempo). El reloj, como podéis ver, luce de maravilla, todo un hallazgo sin duda. ¡Gracias por compartir con nosotros la anécdota, Marcelo!
Y otro incombustible es el G-5600 que nos enseña nuestro estimado lector canadiense
Benoit, recorriendo la ciudad en camiseta y luego en la oficina con camisa y chaqueta, demostrándonos una vez más lo polivalentes que son este tipo de G-Shock old-school.
En el caso de
Fer nos recuerda uno de los Collection mejor valorados por el público y que, además, van a tener nuevas variantes próximamente, con LCD a doble color. Son ni más ni menos que los W-96, y como él bien dice su instantánea podría llevar por título: "Cuanto falta para...?", viéndole en plena tarea. ¡Ánimo Fer!, y ten en cuenta que en quince días volverá a crecer la hierba!
Tocamos ahora cinco maravillas digitales de la mano de
José Navarro, y decimos cinco, porque la calculadora también lo es, una fx-991 con tecnología de lenguaje natural (
all dot-matrix) V.P.A.M. Como seguro que a todos vosotros, me encantan ese tipo de calculadoras, no hay que olvidar que ellas sentaron las bases de lo que luego serían ni más ni menos que las ClassWiz, solo por mencionar lo que suponen estas potentes y pequeñas máquinas. Y "maquinones" con palabras mayores es lo que tiene al lado: GMW-B5000, DW-5035 con armis de composite... ¡Madre mía! Menudas preciosidades, dignas de un museo de G-Shock. El brillo espejado de - sin duda - una de las más maravillosas realizaciones de G-Shock del pasado 35 Aniversario, el DW-5035D Origin Gold, lo dice todo. ¡Cuídalo mucho José, porque no va a haber otro igual!
Pasamos a otro modelo mítico y legendario, pero este además por historia.
Miguel Duarte nos envía una auténtica maravilla ochentera, el F-7 de 1980, uno de aquellos old-school que, por desgracia, ha dejado Casio ya de fabricar (su último representante fue el F-28, como recordaréis seguramente), los cuales eran relojes básicos, minimalistas, para quien no quisiera complicarse la vida o para, también, los más pequeños que se iniciaban en el mundo de la relojería. ¡Cómo ha cambiado todo, y estos "viejos rockeros" son una buena muestra de ello! Por cierto, que si de rockeros hablamos, no os perdáis la música de Miguel (pasaros por
su web o su canal de
YouTube , al que amablemente nos invita).
Y esta semana
Guti nos enseña..., ¡una lata de sardinas! (
Este Guti...). Pero bueno, no es una lata de sardinas con tomate cualquiera, su estética la verdad es que es interesante - por poco vista y bastante retro, que recuerdan las antiguas latas que no se suelen ya ver por muchos países -. La "Paco Fish", en realidad, es una marca de sardinas de la República Dominicana, y a su lado - y aunque mal que le pese -, Guti sigue anclado a un invertido y a un mismo modelo, el B5600... Ala, para que aprendas! ¡Gracias Guti, por acordarte de nosotros por esos mundos!
Por supuesto, agradeceros a todos vosotros vuestra aportación, no continúo porque no quiero hacer esto interminable como la semana pasada, pero tras el salto tendréis estupendas instantáneas de modelos de lo más variopinto, y además con alguna que otra sorpresa en forma de juego electrónico o agenda de nuestro lector
Gabriel (que pasada el juego
Great Racer, en serio, con dispositivo físico deslizante para acelerar o frenar, y una estética preciosa en la serigrafía y en el colorido exterior, no os lo perdáis porque es una auténtica "frikada" el Casio CG-320; sin desmerecer para nada la Casio SF-4500 claro, que en su tiempo era lo más parecido al mejor smartphone disponible, y además en un estado de conservación envidiable).
Muchas gracias a todos, por lo tanto, y esperamos que os guste esta nueva selección. ¡Os esperamos durante la semana para ver vuestro Casio!