En el mes de enero de 2018 la Universidad de las Ciencias y Tecnologías Marinas instaló en su vehículo ROUV (Remotely Operated Underwater Vehicle, "vehículo de aguas profundas remotamente operado") un Frogman GWF-D1000 (lo veis atado al fuselaje del vehículo, en la imagen que encabeza este artículo) con el fin de obtener de él los datos de las inmersiones, y ayudar al manejo del ROUV (o ROV, como también se le denomina) durante su exploración en aguas de la Antártida. Las extremas condiciones en las que debía operar (aguas muy frías), así como el riesgo de impacto contra el hielo, aconsejaban un aparato robusto y fiable, y el GWF-D1000 lo era. Tanto fue así que el profesor Shinpei Goto, que fue uno de los responsables de la expedición, confesó que no habría sido posible realizar el estudio a bajas profundidades marinas sin haber contado con el Frogman.
Para conmemorar semejante hazaña el próximo 11 de octubre saldrá a la venta una edición especial de este Frogman, denominada GWF-D1000ARR, con tonos y colores que se inspiran en los mismos que tenía el ROUV en el que se utilizó. Correa, trasera y luz de fondo están diseñadas con la silueta del continente antártico, y los detalles en azul, como el disco de la máscara en el frontal o el reborde de los pulsadores laterales - y algunos detalles en el embalaje -, son un guiño a las hélices del vehículo.