Lo llevamos diciendo desde hace tiempo, y con "esto" me refiero, por supuesto, a los G-Shock. Uno de los últimos posts de Adan ha sido, precisamente, providencial, como si hubiera leído el futuro o hubiera hecho de pitoniso (tampoco le hacía falta, porque poca gente conoce tanto los G-Shock como él). En él, el auténtico creador del Comando G por derecho propio (y por esfuerzo, y por horas dedicadas, aunque ahora se le ignore completamente) habla sobre lo que le está ocurriendo a G-Shock, algo que vosotros ya sabéis porque aquí lo hemos repetido hasta la saciedad. Lamentablemente es así, más que nos pese a todos los amantes de G-Shock, y aunque este blog esté dedicado -en parte, también- a ellos.
Más en evidencia quedan las horas bajas en las que esta marca (o submarca, como queráis llamarla) está pasando, cuando éstos días celebraban en el Comando G los diez años de existencia del foro. Pero, ¿qué hay que celebrar? Nada. Nada, queridos amigos. No hay nada que celebrar. Ya lo veis, apenas unos pocos posts de respuesta, la mayoría repetidas, y la mayoría de los propios moderadores. El foro no es lo que era como tampoco lo es G-Shock. Nada de lo que había existe hoy, ni la ilusión, ni la apoteósica fiesta que se celebraba cada vez que Casio anunciaba un G-Shock nuevo, ni nada de nada de lo que había antaño.