Dicen que la necesidad agudiza el ingenio, y ciertamente este parece ser un buen ejemplo. Y es que asombrado me he quedado cuando he visto cómo, en una tienda de Hong-Kong, comercializan lo que ellos llaman "armadillos" para los G-Shock, que no son más que sus biseles, hechos de cuero en lugar de resina.
No me podéis negar - dejando aparte su discutible belleza estética - que es una idea y un recurso bastante peculiar, sostenible y ecológico. Su precio es de 1280 dólares de Hong-Kong, que viene a ser la nada desdeñable cifra de 144 €, más de lo que cuesta el reloj, ciertamente, pero reconocemos que - según ellos un trabajo artesanal - no debe ser fácil hacer a mano una pieza tan minúscula. Eso sí, ten en cuenta que a través de ella entrará agua, polvo y todo lo demás, así que su mantenimiento necesariamente es más severo que el de un bisel convencional. Y, por supuesto, su resistencia a impactos también deja bastante que desear. Pero para un caso extremo pues bueno..., puede servir.