Ya publicamos el otro día que Casio sustituiría, por tiempo limitado, el bisel original de los modelos DW-5000C y DW-5600C (los G-Shock originales de caja metálica), junto con su pila (conviene señalar que también se ha confirmado que se hará prueba de estanqueidad a cada modelo). A su vez, parece desvelarse la razón de que hasta el momento no hubiera este tipo de biseles en el mercado: no tienen los moldes originales. Simplemente, no existen. Se estropearon, se extraviaron, o con el tiempo han quedado inservibles (Casio no ha dado las razones), pero simplemente no pueden servir los biseles, porque no los pueden fabricar.
Durante dos años, una división especializada dentro de Casio ha estado desarrollando una técnica para intentar conseguir la máxima fidelidad posible a los moldes originales, partiendo de una de las cajas metálicas del reloj, mediante técnicas ópticas. Han tenido que recurrir a las nuevas tecnologías (y gracias que la caja del modelo original era de acero, que sino ni eso) para conseguir un molde lo más exacto posible. No solo eso: Casio también ha conseguido simular la pintura del modelo original que, contrariamente a la creencia popular, no era blanca, sino gris. O una mezcla de gris, más bien.