El "pasote" Megatron de G-Shock

G-Shock ha lanzado por China una edición especial de varios de sus modelos, dedicados a los famosos Transformers (si son famosos por estos lares, ni os cuento lo que son por allá). El hecho es que ninguno de ellos me llamaba especialmente la atención, hasta que vi su último modelo.

Como sabéis, estas ediciones especiales la conforman una serie de relojes (tres en este caso: DW-6900, GA-110, y DW-5600). Uno de ellos es "el camioncito" (GA-110), otro "el cochecito" (un Beetle, el DW-6900, por cierto, con un bonito LCD amarillo en positivo), y finalmente el líder Decepticon, o sea, el Megatron (un tanque). És del diseño de éste del que os quería hablar.

Relojes de juguetería: G-Shock x Transformers

Hay quienes piensan que los G-Shock son relojes para niños. Hechos de plástico, llenos de vivos colores, y expresamente sobredimensionados innecesariamente, muchos consideran que llevar un G-Shock después de la adolescencia, ya casi como edad límite para lucirlo, esta mal visto. Es como ir arrastrando un "caminador" (también llamado palo de arrastre o "andador") o ir montando en un correpasillos por la acera. En fin, no soy de esa opinión por supuesto, pero a veces y en algunas ocasiones, G-Shock nos lo pone verdaderamente difícil para no pensar así. Un ejemplo de esto lo tenemos en la última colaboración de G-Shock con Transformers. Di tú que si no había marcas más propias para este tipo de lanzamientos, pues no, ha tenido que ser con un juguete para niños. Y ciertamente la excusa que dan en Casio, de que Transformers también cumple su 35 aniversario, no me sirve. Si eso fuera suficiente, 35 años también cumple el National Democratic Institute, el CEE, o el Instituto Reuters, por mencionar solo unos pocos organismos e instituciones. Claro que, puestos a elegir, la NORD (organización para los desórdenes raros) también cumple 35 años, y no he visto ningún G-Shock x NORD. Eso sí sería bastante más de agradecer.

También es verdad -y este es un hecho innegable y confesado por la propia G-Shock-, que los clientes de sus relojes, sus usuarios, cada vez son más y más jóvenes. Adolescentes que les mueve el color, quizá el embajador de marca del momento, o cautivados por las formas tan rebuscadas con las que G-Shock intenta captar su atención.

Los Master of G vienen ahora acompañados de robots

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Llamativos estos "G-Shock x VEIL x adFunture Master of G Robot Special Editions", una colaboración especial al más puro estilo de los "relojes con muñequito robot" tan populares allá por los ochenta, y que cobran ahora una nueva juventud -y más espectacular- en esta interpretación realizada por el fabricante de juguetes Veil.

Los robots, que asemejan a Transformers, siguen la combinación cromática de los relojes, y además llevan serigrafiadas términos y logos de G-Shock, Mudmaster o Gulfmaster por "el chasis" del robot. De esta edición especial, que incluye personalización de las correas en los relojes, habrá tres versiones para otros tantos Premium: el GWN-1000 Gulfmaster, el GPW-1000 GravityMaster, y el GWG-1000 Mudmaster. Solo estarán disponibles en el mercado japonés.

Los otros "robots" de Casio

De todos es bien conocida la afición que tienen los japoneses a la robótica (bien es cierto que desde un enfoque principalmente lúdico, porque luego necesitan un robot para tareas de emergencias como en la central nuclear de Fukushima, y tienen que pedirlo prestado a Estados Unidos...). Solo a una marca japonesa se le habría ocurrido tener como "mascota" de sus relojes a un robot (los archiconocidos G-Men de G-Shock, que no hace mucho regalaban como muñequito dentro del pack del 30 Aniversario, el G-Set). Cualquier otra marca habría elegido un perro, un gato, o habrían animado un objeto (un bolígrafo, una escoba, o una lámpara como Pixar...).

La relación de Casio con los robots va más allá de la creación de Shiro Nakano para el G-Men en 2007. Antes de eso el fabricante nipón había lanzado al mercado unos simpáticos modelos de relojes de escritorio convertidos en robots, con una especie de "mochila" en la cual ocultaban sus pilas.