Hace años (muchos años, en los ochenta) Casio hacía sus primeros pinitos en el mundo de las colaboraciones con marcas comerciales lanzando algunos de sus relojes con una firma (de alimentación, y a veces de ropa o de clubes deportivos, esto último sobre todo en los Estados Unidos). Normalmente la colaboración consistía en una personalización del reloj, muchas veces encargada por la propia firma, que luego lo distribuía con algún producto en particular. Este era el caso de los modelos F-11 con chocolates Plin, los NL-01 (especie de F-91 con una enorme cantidad de versiones para publicidad) Oilers -un equipo de Hockey de los Estados Unidos-, o el también NL-01 de los Pittsburgh Steelers de la NFL. Luego este tipo de colaboraciones caerían en el olvido, y no es que las marcas de todo tipo dejaran de regalar relojes con sus productos, sino que la llegada de los relojes chinos en donde se podían conseguir miles de ellos a unos pocos euros hacía inviable encargarle a una marca de renombre como Casio uno de sus productos personalizados: directamente los compraban sin marca y les ponían el nombre de la firma comercial.
La llegada y popularización de G-Shock hizo que se volviera a este tipo de colaboraciones, pero ahora no como un detalle o una gentileza de una marca en forma de regalo (o de descuento si comprabas uno de sus productos, por un precio simbólico te llevabas un reloj), sino más bien como una manera de destacar, de exclusividad. Y lo que antes se ofrecía a precios muy bajos y con una gran tirada, pasaba a ser ahora un producto de edición limitada en donde hacerse con él no solo requería el esfuerzo de poder encontrarlo, sino un desembolso económico mayor.