Esta mañana estaba recabando información sobre un automóvil (BMW Serie 7 de 2020), para documentarme porque estoy tratando de meterlo en una serie de relatos cortos que - Dios mediante - espero vean la luz en las próximas semanas. Por fortuna, tanto los servicios de prensa profesionales, como mis credenciales de cuando era reportero del sector, aún funcionan y están activas (y en BMW no solo hacen coches fantásticos, también gestionan eso de una forma maravillosa). Era esencial, por varias razones: una, porque el Serie 7 de 2020, presentado en China - se nota dónde está el dinero ahora, un dato: casi la mitad de las ventas del BMW Serie 7 (el 44%) lo compran chinos - este pasado enero (si la memoria no me falla) no está la a venta aún. De hecho, si acudís a la web de BMW el Serie 7 que encontraréis allí es "el antiguo", y hasta que ese "stock" se vaya acabando, previsiblemente para finales de este año, no comenzará a llegarnos el nuevo berlina de lujo de la casa bávara.
Por eso, la mayoría de información disponible ahora - catálogos incluidos - hace referencia al antiguo, en un último intento (lo hace BMW, y también el resto de marcas) de comercializar cuanto antes los modelos disponibles, para "hacer sitio" al nuevo Serie 7. Os pongo en situación y lo entenderéis rápidamente: el BMW Serie 7 parte de los 100.000 euros, así que no hace falta ser muy inteligente para darse cuenta que mantener un volumen de stock considerable a BMW le sale muy caro.