Todos reconocemos y admitimos, sin demasiadas reticencias, que el nuevo GSW-H1000 con Wear OS es un gran logro del ingenio humano. Tener en un formato tan minúsculo un navegador y sus mapas, una multitud de sensores de todo tipo - algunos muy complejos -, y un sistema de personalización en colores, tramas, presentaciones, elementos y fondos, es algo que no hace tanto solo ocurría en películas de ciencia-ficción.
Pero sin embargo todo ello se apoya, en el fondo, en un sistema operativo, y no deja de ser algo que un desarrollador ha programado usando llamadas a recursos y librerías pre-implementadas, como cualquier ordenador. Por eso mismo resulta tan llamativo lo que Casio ha ofrecido hasta ahora (y ofrece) en otros muchos de sus modelos más "normales" o, digamos, convencionales. Incluso recurriendo a simples segmentos, y escrito no con librerías, sino accediendo al hardware directamente y "en modo máquina", ha podido lograr relojes con sensores, con funciones muy complejas, y con cálculos de mareas, de calendarios diversos, de horarios solares... Sin recurrir a apps "facilonas", a Sistemas Operativos que te acortan el camino, ni a elementos auxiliares.