Si atendemos a la cantidad de usuarios que lo utilizan, lo han adquirido y lo defienden y promulgan, sin duda sí es el reloj digital "definitivo". O, al menos, uno de los mejores digitales hasta la fecha (ejem..., con permiso del GWF-D1000 claro). Si atendemos a los numerosos usuarios que lo enseñan por las redes sociales, en donde hay tal cantidad de personas mostrándolo que ya casi pareciera que cuesta como un F-91, sin duda también podría considerarse el digital definitivo.
Con un módulo brillante, de lo mejor de Casio, tecnología constructiva a mansalva (STN, recubrimiento DLC, resina Trogamid...) y, encima, Tough-Solar, poco puede echar de menos el afortunado poseedor de una de sus variantes - no muchas, de momento - del GWM-B5000.