Los relojes de lujo de segunda mano sufren unas caídas del 50% en sus ventas desde el pasado mes de marzo, justo cuando comenzó la guerra en Ucrania, y cuando también comenzó esta galopante inflación. Tanto es así que Chronext, uno de los líderes mundiales en este tipo de negocios de compra-venta, ha visto cómo se reducían drásticamente sus beneficios, y ha tenido que despedir a nada más y nada menos que dos tercios de sus empleados.
Dicen que los nuevos ricos (más de 5 millones de personas se convirtieron en "nuevos multimillonarios" tras la pandemia -o gracias a ella, vaya usted a saber-, según datos de Credit Suisse), ya no quieren exponer ni mostrar sus carísimos Rolex cuando antes, si uno era rico, lo que primero que corría a comprar era un modelo de esa marca (antes o después del Ferrari, dependía de cada cual según sus preferencias).