
Una de las frases que más sueles encontrar en foros y páginas diversas de debate en Internet es precisamente esa: "¡qué duro es ser pobre!". Cuando un fabricante presenta un nuevo modelo de reloj, o cuando ese modelo llega al mercado con un precio notorio, enseguida surgen comentarios de ese tipo: "¡que malo es ser pobre!".
También ocurre cuando estás leyendo una revista de relojes con unos amigos, o incluso uno mismo al recorrer sus fotos, en más de una ocasión no podemos evitar pensar: "¡si tuviera dinero!".