
La trágica, soporífera y a veces desesperante configuración de los relojes con gráficos de mareas ("tide graph") ha obligado a que los fabricantes busquen soluciones alternativas para conocer los datos del intervalo lunitidal (hemos hablado sobre esta "palabreja" en un artículo hace tiempo aquí) que sean menos engorrosos a la hora de dejar listo nuestro reloj para que nos dé los datos de pleamares y bajamares. Actualmente se utilizan tres soluciones, pero cada vez cobra más protagonismo la del tipo de "mareas preprogramadas", algo así como un calendario de mareas que simplemente dándole nuestra posición geográfica nos informa de la situación de las olas (o/y, además, de aquéllas playas con el oleaje mejor valorado por los surfistas).
Antiguamente tenías que conocer el "establecimiento de puerto" ("intervalo lunitidal") para poder configurar tu reloj. De ese simple dato dependía que pudiera darte la información lo más exacta posible del estado de las mareas. Ésto era tan difícil de conocer (en algunas partes del globo) y engorroso de calcular, que no poca gente decidió optar por la tangente: no incorporárselo. Sobre todo a los que viven en zonas de interior, el estado de la mar les da "un poquito igual", así que no les preocupaba si había pleamar o bajamar. Pero para los más puntillosos y, sobre todo, para la gente de la costa, tener un reloj con esa capacidad y no poder aprovechársela era, ciertamente, un desperdicio de funciones. Y una curiosidad menos de su reloj que no disfrutaban. Así que se veían obligados a conocer "como fuera" estos datos. Ejemplo de este tipo de configuración son los GLX.